En el 2020 la Alcaldía de Bogotá decidió hacer la intervención de la Calle 13, la salida hacia occidente de la capital con un ‘bicicarril’. Esto despertó varias críticas, al punto en que para este 2021 esta cicloruta será desplazada hacia el costado derecho.
Con la llegada del Covid-19 en el 2020, también se dio la apertura temporal y fija de varios bicicarriles en las vías bogotanas. Uno de ellos se implementó en la Calle 13 para darle un espacio de democratización a los biciusuarios que recorren esta avenida provenientes de la sabana de Bogotá y la localidad de Fontibón.
Esto ocasionó incomodidad en la comunidad y conductores que utilizan esta entrada a Bogotá que es una de las más transitadas por vehículos pesados. La movilidad se redujo en más de un 30% a pesar de que los estudios de la Alcaldía digan lo contrario, aumentando el tiempo de viajes en 1 hora o más tiempo.
El costo de este bicicarril fue de mil millones de pesos para la implementación de los separadores. Plata que en este momento se perdería al trasladar este bicicarril al margen derecho de la calle 13. Esta idea ya había sido propuesta por Enrique Peñalosa en su alcaldía pero no fue aprobada por factibilidad en estudios.
La improvisación campante
Desde el Concejo de Bogotá han habido diferentes voces de protesta por la clara improvisación de Claudia Lopez y Nicolás Estupiñan al haber implementado este bicicarril sin estudios o simple sentido común. Los expertos en movilidad también le atañen responsabilidades a la alcaldesa y a su secretario por esto, ya que a ciclorruta al margen derecho ha debido de hacerse desde el comienzo.
Este nuevo bicicarril estará comprendido entre la carrera 97 y 135, ocupando el espacio paralelo a la Calle 13. En este momento hay una ocupación de este espacio público por parte de talleres, parqueaderos y presencia de vehículos de carga pesada. Esta intervención tendría un costo de 4.500 millones de pesos y se espera su entrega en mayo del 2021.
Con lo que aún no hay claridad es si esta obra irá de la mano con una posible ampliación de la Calle 13, a la cual le hace falta un cuarto carril para la evacuación de todo el tráfico pesado de entrada y salida de las zonas industriales dentro de Bogotá. No sería raro que pasados unos años decidan destruir este nuevo bicicarril para hacer obras de ampliación. Desde el IDU la proyección a futuro con las vías es nula.
Algo a destacar es el uso de este bicicarril por parte de los biciusuarios, a quienes sí les benefició esto, mejorando así la accidentalidad por esta vía. Lamentablemente luego de la carrera 135 esta ciclorruta morirá, dejando en el limbo la seguridad vial de los ciclistas. Esto ya le competerá directamente a la Gobernación de Cundinamarca.
Ver tambien: Alcaldía asegura que Bogotá redujo la congestión vehicular en 2020, pero olvidó algo…
Nicolás Ramírez Ordóñez – Fuente: El Espectador
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