El crossover de segmento D, Citroën C5 X, será eliminado para darle prioridad a los modelos pequeños de la marca.
Citroën tiene un nuevo objetivo, y comenzará a hacer los cambios necesarios para avanzar en ese sentido. Los franceses apuntarán a una gama reducida de vehículos compactos y subcompactos que sean asequibles. Eso conllevará la eliminación de algunos modelos vigentes, como ya se anunció con el C5 X, que no sobrevivirá para tener una nueva generación.
El fabricante quiere facilitarse las cosas y su nueva fortaleza está en el segmento A y B. Ya no quiere dedicar más esfuerzo a vehículos grandes, pues Citroën considera que la categoría de su C5 X, por ejemplo, es prácticamente inexistente. La movilidad urbana y la electromovilidad son algunos de los pilares de las estrategias que se plantean.
Asentarse en estas categorías también le da más libertad para jugársela con otra carta. Los diseños de sus autómoviles. La marca francesa quiere indentificarse por la personalidad innovadora y disruptiva de sus productos. El Citroën Ami es una prueba viviente de ello, así como el concept car Citroën Oli, y hasta el nuevo Citroën C3 europeo lo hace evidente.
Gama reducida y carros pequeños: la apuesta de Citroën
Estando así las cosas, el plan de Citroën apostará por una gama de vehículos reducida con carros de formato compacto y subcompacto. Se pretende que no sean más de seis modelos los que conformen la cartera de la marca en los próximos años, primero aplicada a los mercados europeos, pero con posibilidades de extenderse a las demás regiones.
Además, será clave el factor «asequibilidad», por lo que, a parte de promover a electromovilidad con versiones 100% eléctricos, seguirá ofreciendo una amplia gama de sistema de propulsión para que sus carros se adapten a todos los presupuestos. Eso incluirá motores a combustión pura y trenes motriz híbridos. A lo anterior sume otra palabra: practicidad.
Óptimos para desenvolverse en entornos urbanos, se propondrán vehículos prácticos y ligeros, sin dejar de lado el componente tecnológico. Varios de estos ingredientes ya los vimos plasmados en el Citroën C3 europeo, con un diseño exterior elemental, pero al mismo tiempo moderno y audaz, así como una cabina minimalista.
Tiene opciones de propulsión a gasolina, híbridas y eléctricas, y cumple la promesa de precios asequibles. Ahora mismo, el C3 ostenta el título del «carro eléctrico más barato» de su categoría, costando un aproximado de 24.000 euros, mientras los demás fabricantes ‘luchan’ por tener un vehículo por debajo de los 20.000 euros.
Así lo hará posible
Citroën pretende hacer realidad sus planes a partir del uso de la plataforma Small Car del Grupo Stellantis, la cual, justamente, es compatible con mecánicas solo a gasolina, híbridas y EV. Lo anterior, va anuado a la meta de lograr que la mayoría de sus ventas en el viejo continente sean de eléctricos para 2030.
Veremos cómo se desarrolla la estrategia en América Latina, donde también apostó por una familia de vehículos de bajo costo conformada por un hatchback, un SUV y un sedán. Citroën C3, C3 Aircross y Basalt, respectivamente.
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Jessica Paola Vera García.