De acuerdo a los estudios realizados por expertos en movilidad, la problemática de movilidad en Bogotá tiene su origen desde el precario sistema de transporte público. Esto genera que los ciudadanos utilicen sin control el vehículo particular.
El caos en la movilidad en Bogotá es un tema que lleva bastantes años aquejando a los ciudadanos de la capital. Lamentablemente no se le encuentra una salida viable y eficiente desde las alcaldías que han estado de paso, utilizando medidas tibias para remediarlo, como el Pico y Placa o futuros cobros por congestión.
Desde el año pasado se ha visibilizado una problemática más grande, esto de la mano con el Covid-19, el cual ha dejado ver la falta de infraestructura con un servicio público eficiente. Esto ha llevado a que los bogotanos adquieran carro particular, nuevo o usado para hacer sus trayectos con tranquilidad, alejados del virus.
Desde la Universidad de los Andes, el experto en movilidad Luis Ángel Guzmán argumenta que la problemática del tráfico en Bogotá, afecta directamente a los usuarios del transporte público, al no haber una oferta de calidad, eficiente y segura para la movilidad de los ciudadanos. Esto sumado a la crisis que vive el SITP actualmente.
Infraestructura precaria
Sin duda el parque automotor los últimos años ha crecido en gran magnitud, llegando a un poco más de 2 millones de vehículos circulando por las calles Bogotanas. Esto ha generado que las vías sean insuficientes, además de tener un estado deplorable en su malla vial. Lo peor del caso es que desde el gobierno distrital no hay proyectos de nuevas vías para mejorar esto.
De otra mano está la calidad de las vías, que desde la alcaldía de Claudia López se ha olvidado del arreglo de las calles, generando más trancones y traumatismos, sin contar los accidentes que esto ocasiona. Como si esto fuera poco, las vías insuficientes, ahora le quitan espacio a los vehículos para darlo a los biciusuarios, esta democratización no está mal, pero tiene que ser planeada y no improvisada.
Finalmente hay que decir que la falta de articulación de los gobiernos y la preocupación por los intereses de los particulares (Transmilenio en este caso), genera que el servicio público ahuyente a los bogotanos de usarlo, en vez de acogerlos y que puedan migrar con tranquilidad del vehículo particular al SITP en general.
Ver también: Bogotá declara la bicicleta como transporte prioritario en 2021
Nicolás Ramírez Ordóñez – Fuente: Pulzo.com
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