Las Zonas de Parqueo en Bogotá han generado miles de multas de tránsito. Al parecer, todo se debe a la mala conducta de los conductores, acumulando más de $2.700 millones en sanciones.
En Bogotá, los conductores están enfrentando un doble desafío. Además del reciente cambio en la licencia de conducción, que ahora cuesta más de $200.000, las Zonas de Parqueo se han convertido en una fuente significativa de multas y sanciones.
Desde la implementación de estos sectores, se han emitido 60.000 comparendos por estacionar en áreas no permitidas alrededor de los 17 tramos habilitados. Según Semana, la tendencia de los bogotanos a evitar los espacios de parqueo autorizados por el Distrito y optar por zonas prohibidas ha sido el principal problema.
Las multas por estacionar incorrectamente implican un costo de $100.000 para carros y $70.000 para motos por el retiro del cepo. La Terminal de Transporte reporta que en los últimos dos años se han colocado 28.000 cepos, resultando en más de $2.700 millones en sanciones.
Desafíos para los conductores
Es de anotar que, el concejal de Bogotá, Rolando González de Cambio Radical, señaló que solo el 21% del recaudo es electrónico, debido a barreras en el uso de la plataforma tecnológica para el pago de parqueo.
Además, hay una notable falta de personal operativo en las Zonas de Parqueo Pago, con solo 248 personas dedicadas a tareas de recaudo, control y asistencia. A pesar de los ingresos generados, que superan los $23.000 millones, las Zonas de Parqueo Pago en Bogotá operan a pérdida, con gastos acumulados que exceden los $32.000 millones.
Hay que decir que este déficit financiero plantea serias preguntas sobre la viabilidad del proyecto a largo plazo. Por todo lo anterior, podemos decir que la implementación de las Zonas de Parqueo en Bogotá, aunque bien intencionada, parece estar causando más problemas que soluciones.
La falta de infraestructura adecuada y personal suficiente, junto con una plataforma de pago ineficiente, está resultando en pérdidas financieras y frustración para los conductores. De tal modo que es crucial que las autoridades revisen y ajusten este sistema para garantizar su efectividad y sostenibilidad.