Colombia apuesta por taxis eléctricos como pieza clave en su estrategia de movilidad sostenible hacia 2030. El FOPAT impulsa la iniciativa con $12.000 millones inicialmente.

El transporte público colombiano ha dado un paso histórico hacia la sostenibilidad con la implementación del Fondo para el Ascenso Tecnológico (FOPAT). Este se creó a finales de 2024 y tiene como objetivo renovar el parque automotor del país en sectores clave: carga pesada, carga liviana, transporte público y taxis.

Así las cosas, el enfoque principal está en fomentar la transición a tecnologías limpias, posicionando a los taxis eléctricos como protagonistas de la movilidad urbana para 2030. En tal sentido, el Ministerio de Transporte, en cabeza de María Constanza García Alicastro, subraya la importancia de la colaboración entre gobiernos locales, responsables de implementar la modernización del transporte colectivo y los taxis en sus jurisdicciones.

Hay que decir que el FOPAT cuenta con un presupuesto inicial de 12.000 millones de pesos destinado a proyectos piloto. Además, ofrece incentivos económicos como tasas de crédito reducidas y bonos que compensan la diferencia de precio entre carros de combustión y eléctricos. La Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) actúa como gestor técnico, diseñando estrategias que faciliten esta transición.

BYD taxis eléctricos

Un sistema clave para Soacha y el Valle del Cauca

Con más del 60% de los vehículos en Colombia adquiridos mediante financiamiento, el esquema financiero del FOPAT es clave para alcanzar la meta de un mercado de taxis eléctricos valuado en 10 billones de pesos para 2030.

Soacha lidera esta revolución verde con la incorporación de 312 taxis eléctricos a su flota. Este modelo se presenta como un ejemplo replicable para otros municipios del país. Por su parte, en el Valle del Cauca, un convenio firmado por el Ministerio de Transporte abarca la transición en Cali, Palmira, Yumbo y Jamundí bajo un esquema de reposición uno a uno.

Por lo anterior, se puede decir que esta estrategia garantiza que la modernización no incremente el número de vehículos en circulación. Así las cosas, el proceso incluye la caracterización de propietarios de taxis y alianzas estratégicas entre fabricantes de vehículos eléctricos, comercializadores de energía y proveedores de infraestructura de carga, asegurando una transición eficiente.

BYD taxis eléctricos

Otras de las ciudades que no se queda atrás es Cartagena, implementando un proyecto piloto con 100 taxis eléctricos para operar en zonas turísticas. Respaldada por el Ministerio de Transporte y la Alcaldía, esta iniciativa tiene como propósito reducir la huella de carbono y mejorar la calidad del aire en la ciudad, alineándose con los objetivos de sostenibilidad nacional.

El FOPAT representa un cambio significativo en la movilidad urbana de Colombia, no solo desde una perspectiva ambiental, sino también económica y social. Sin embargo, su éxito dependerá de una implementación eficiente y de la colaboración entre gobiernos, ciudadanos y el sector privado. Soacha y Cartagena marcan el camino, pero será crucial extender estos proyectos a otras ciudades para que se logre un impacto nacional.


Paola Reyes Bohórquez.