El alcalde de Bogotá exige al Gobierno Nacional cofinanciar 1.500 buses eléctricos para Transmilenio, pero la ministra de Transporte responde: «No han cumplido los requisitos».
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, solicitó al presidente Gustavo Petro la cofinanciación para adquirir una nueva flota de buses eléctricos destinados a las futuras troncales de TransMilenio en la avenida carrera 68, la avenida Ciudad de Cali y las fases II y III del corredor de la autopista Sur en Soacha.
De acuerdo con el burgomaestre, estos vehículos son esenciales para avanzar hacia un sistema de transporte público más sostenible y eficiente. “Presidente Petro, llegó el momento de decidir. Estamos listos. Bogotá avanza en un sistema de transporte público multimodal, digno y sostenible», indicó en un video Galán.
Así mismo, dijo que «Esos nuevos corredores, y particularmente la conexión con Soacha, necesitan nuevos buses. Nuestro plan, como usted sabe, es que esos buses sean eléctricos, 100% eléctricos”. No obstante, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, señaló que la Alcaldía aún no ha cumplido con ciertos requisitos necesarios para que el Gobierno Nacional pueda proceder con la cofinanciación.
Un vaivén entre Alcaldía y Gobierno
Entre dichos requisitos se encuentran la conformación adecuada de la junta directiva de TransMilenio y la presentación de estudios de factibilidad técnica, legal y financiera. Rojas enfatizó la importancia de que el Distrito complete estos pasos para avanzar en el proceso.
“¿Pero entonces en qué vamos alcalde en el proceso? Hay una serie de requisitos que desde el 15 de noviembre se le respondió al Distrito que debían ser cumplidos. Por ejemplo, que la Junta directiva Transmilenio está cumpliendo los lineamientos del Gobierno corporativo, aún no lo han hecho. Otro sobre factibilidad técnica, legal y financiera. No se han cumplido”, fueron las palabras de la jefe de cartera.
La relevancia de estos vehículos radica en la reducción de emisiones, pues Bogotá es responsable del 60% de la contaminación vehicular de Colombia. Además, la ciudad ya tiene 1.485 buses eléctricos (el mayor sistema de América Latina), pero necesita 1.500 más para completar la transición.
El dilema de este rifirrafe está en el Artículo 172 del PND 2022-2026 que autoriza al Gobierno a cofinanciar flotas eléctricas, pero exige contrapartidas locales, por ejemplo estudios de viabilidad. Así mismo, prioriza proyectos alineados con la política de descarbonización.
¿Quién tiene la razón?
Por lo pronto, este pulso refleja un problema estructural: el alcalde de Bogotá tiene razón en urgir la modernización del transporte, debido a las metas climáticas. Sin emabargo, Rojas también tiene coherencia en su planteamiento, ya que sin documentos, es riesgoso asignar recursos públicos.
Así las cosas, la transición hacia un transporte público más sostenible es esencial para el desarrollo urbano de Bogotá. pero, es fundamental que tanto el Gobierno Distrital como el Nacional trabajen de manera coordinada y cumplan con los procedimientos establecidos para garantizar el éxito de proyectos tan significativos como la adquisición de una nueva flota de buses eléctricos.
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Paola Reyes Bohórquez.