Donald Trump firmó una orden ejecutiva para reducir los costos de medicamentos en EE.UU. y amenazó con bloquear la venta de vehículos europeos si la UE no acepta pagar más por fármacos.

En un movimiento que podría tener graves repercusiones para el mercado automotor global, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para reducir hasta en un 80% los precios de medicamentos que pagan los estadounidenses. Sin embargo, también lanzó una advertencia directa a la Unión Europea: si no acepta pagar más por los fármacos, EE.UU. podría cerrar sus puertas a los automóviles europeos.

«Vamos a decirles a esos países, como los representados por la Unión Europea, que se acabó el juego, lo siento. Y si quieren hacerse los graciosos, entonces ya no hará falta que vendan autos a Estados Unidos«, declaró Trump en entrevista con el Financial Times.

La amenaza llega en un momento crítico para la industria automotriz europea, que exporta millones de vehículos a EE.UU. cada año. Marcas como BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen y Volvo dependen en gran medida del mercado estadounidense, que en 2023 representó más del 25% de sus ventas globales, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).

BMW inteligencia artificial

¿Medicamentos con carros?

El presidente estadounidense argumenta que, al no permitir que el gobierno negocie precios de medicamentos (como sí ocurre en Europa), los pacientes estadounidenses terminan subvencionando sistemas de salud públicos en el Viejo Continente. «Esto significa que los pacientes estadounidenses estaban subvencionando de hecho sistemas sanitarios socialistas en Alemania, en todas partes de la UE: eran los más duros de todos», afirmó.

En tal sentido, la nueva política de Trump busca forzar a Europa a pagar «un poco más» por medicamentos, mientras EE.UU. reduciría sus costos. Pero si la UE se resiste, el presidente estadounidense ha dejado claro que la industria automotriz será su principal moneda de cambio.

Volkswagen fábricas Alemania

Así las cosas, si EE.UU. decide elevar aranceles o restringir la entrada de vehículos europeos, las consecuencias serían graves ya que Alemania, el mayor exportador de autos premium a EE.UU., podría perder miles de millones en ventas. Entre tanto, Francia e Italia, con marcas como Peugeot y Ferrari, también se verían afectadas y fabricantes estadounidenses como Tesla y Ford podrían beneficiarse al reducirse la competencia.

Por lo pronto, expertos advierten que una guerra comercial de este tipo dispararía los precios de los autos en EE.UU. y generaría incertidumbre en los mercados globales. En conclusión, la estrategia de Trump es clara: usar el poder económico de EE.UU. como arma de negociación. No obstante, golpear al sector automotor europeo podría tener efectos colaterales, desde desabastecimiento hasta represalias contra empresas estadounidenses.

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Paola Reyes Bohórquez.