Contrario a lo que se podría esperar en Europa, el Gobierno de República Checa se opone a la eliminación de los autos a combustión. 

República Checa alzó la voz para hablar sobre un tema determinante en el futuro de la industria automotriz. El mensaje fue claro, y de acuerdo a lo manifestado por su Gobierno, sus decisiones no irán en contra de mantener los vehículos a gas en el mercado. 

Con la propuesta radical de la Comisión Europea de prohibir la venta de automóviles impulsados por combustibles fósiles en Europa para 2035, se manifestó públicamente el primer detractor de la medida. Los dirigentes checos no están entusiasmados al respecto y tomarán acciones. 

Esta posición la dio a conocer el propio primer ministro de República Checa, Andrej Babiš, que sin rodeos dijo no estar de acuerdo con dicha prohibición, asegurando que defenderá la industria automotriz de su país, siendo esta una de las más representativas del viejo continente. 

republica checa en defensa autos a combustion

Este es el contexto 

Resulta que República Checa, muy conocido por ser la sede de producción de la línea low-cost de Renault en Europa, Dacia, es un país relativamente pequeño con unos 10 millones de habitantes. Sin embargo, es uno de los principales productores de automóviles del mundo en términos per cápita. 

Claro que Dacia no es la única marca que se fabrica allí, también se destaca la participación de Toyota, Hyundai y por supuesto, Skoda que es local. La industria de los autos representa casi un tercio de la economía checa, por lo que había motivos de sobra para defenderla. 

Por otro lado hay que conocer el llamado «Pacto Verde Europeo», el cual plantea que las emisiones promedio de los vehículos nuevos en Europa deberán desaparecer en un plazo de unos 15 años, o sea en 2035. Para ello todos los automóviles deberían ser 100% eléctricos. 

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El ‘Pero’

En este punto entró en discordancia el Gobierno checo, queriendo decir que no dejará que el sector de la economía que mantiene a flote la nación se vea afectado. Pues cambiando las condiciones de producción de vehículos, ya no existirían garantías en los procesos. 

República Checa asumirá la presidencia rotativa de la Unión Europea a mediados de 2022, y de acuerdo a lo manifestado por Babiš, la prohibición de los vehículos a combustión será un tema de agitada discusión que tiene posiciones sólidas en ambas partes. 

A pesar de la oposición al plan verde de la UE, dicho país europeo apoyará la introducción de la infraestructura necesaria para la operación de autos eléctricos, pero no subsidiará su producción. Solo hace unos días Renault pidió a la organización retrasar la eliminación de los ICE. 

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Jessica Paola Vera García.