Renault rompió su alianza con Valeo para desarrollar un motor eléctrico sin tierras raras, priorizando la reducción de costos y posibilitando un giro hacia proveedores chinos.

La industria automotriz europea se enfrenta a una nueva encrucijada marcada por la fuerte competencia en costos y tecnología. En un movimiento que ha generado un profundo eco en el sector, Renault decidió cancelar abruptamente su asociación estratégica con el equipo francés Valeo para el desarrollo conjunto de su nueva generación de motores eléctricos E7A de rotor bobinado.

Esta tecnología, en la que Renault ha sido pionera desde el lanzamiento del ZOE en 2012, se caracteriza por prescindir de las tierras raras. Hay que decir que estos son elementos críticos cuya cadena de suministro está dominada por China. Así mismo, que son esenciales en los motores de imanes permanentes utilizados por la mayoría de sus competidores.

De acuerdo con fuentes cercanas citadas por Reuters, «el proyecto del motor E7A ya no se está realizando con Valeo». Lo anterior, ha desencadenado una reevaluación completa de la cadena de suministro.

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Renault y la reducción de costos

El motor E7A estaba diseñado para alcanzar 272 Hp (200 kW) de potencia y operar con una arquitectura de 800 voltios. Esto, apuntando a una eficiencia superior, menores tiempos de carga y mejor integración en la plataforma AmpR Medium de próxima generación. Esta plataforma sustentará modelos como el próximo Mégane E-Tech, Scénic E-Tech y los futuros eléctricos Austral y Rafale. Hay que decir que estos se producirán en la planta de Palencia, España.

Renault justifica la ruptura con Valeo por la urgente necesidad de reducir costos en medio de una presión creciente sobre los márgenes de los vehículos eléctricos y una competencia internacional más agresiva. Según Reuters, China controla aproximadamente el 70 % de la minería de tierras raras y el 85 % del refinado, lo que condiciona las cadenas de suministro globales del motor eléctrico.

Un portavoz de Ampere reconoció que “una asociación china es una posibilidad” aunque “la decisión no está tomada y el proceso está en curso”. No obstante, Renault aseguró que la fabricación del motor seguirá en su planta de Cléon, Francia, y que los módulos del inversor serán suministrados por la franco-italiana STMicro electronics, lo que mantiene parte del valor industrial en Europa.

Renault Mégane E-Tech Eléctrico Colombia

Estrategia industrial

El motor E7A representa un salto generacional, gracias al rotor bobinado y sistema de 800 V. Renault espera mejorar la densidad de potencia, reducir el tamaño del motor un 30 % respecto a la generación actual, y reducir el impacto del aprovisionamiento de materiales críticos. Así mismo, la sustitución del estator por componentes de proveedores chinos podría rebajar costos de producción, aunque al menos una parte de la cadena seguirá en Francia.

Es bueno resaltar que Valeo y Mahle continúan desarrollando su propio motor sin imanes: el iBEE. Este promete hasta 350 kW, lo que indica que ambos actores seguirán en carrera tecnológica, aunque de forma separada.

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Paola Reyes Bohórquez.