Elon Musk redujo su participación en el gobierno de Trump para enfocarse en Tesla tras una caída histórica del 71% en ganancias y protestas contra la marca.
En una conferencia telefónica con inversionistas esta semana, Elon Musk anunció que disminuirá significativamente su tiempo dedicado al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a partir de mayo, limitándolo a uno o dos días por semana. Esta decisión surge tras un trimestre en el que Tesla reportó resultados financieros por debajo de las expectativas y enfrentó una creciente incertidumbre debido a disputas comerciales globales.
«A partir del próximo mes, mayo, mi tiempo dedicado a DOGE disminuirá significativamente», expresó Musk durante la llamada. A pesar de su retiro parcial, defendió su labor en DOGE, argumentando que era esencial para reducir el «desperdicio y el fraude» en el gobierno, e instó a los inversionistas a «mirar más allá de los baches y dificultades que se nos presentan».
Tesla informó una caída del 9% en sus ingresos totales, con una disminución del 20% en los ingresos automotrices y una reducción del 39% en los ingresos ajustados. El ingreso neto se desplomó un 71% en comparación con el año anterior. Además, la compañía entregó 336.681 vehículos en el primer trimestre de 2025, lo que representa una disminución del 13% respecto al mismo período del año anterior.
Musk y sus polémicas
La participación de Musk en DOGE ha sido objeto de críticas, especialmente por su impacto en la moral de los empleados federales y la eficiencia gubernamental. Según un análisis, las interrupciones relacionadas con DOGE podrían costar hasta $135 mil millones en un solo año fiscal.
En el ámbito internacional, Tesla enfrenta una competencia creciente, particularmente de BYD, su principal rival en China. BYD reportó un aumento del 100% en sus ganancias netas en el primer trimestre de 2025, alcanzando los $1,3 mil millones, mientras que Tesla registró una caída del 70% en sus ganancias netas.
A pesar de los desafíos, Musk se mostró optimista sobre el futuro de Tesla, destacando los avances en conducción autónoma y robótica. «El futuro de Tesla es más brillante que nunca», afirmó, prometiendo un período de «abundancia sostenible para todos».
La decisión de Elon Musk de reducir su participación en DOGE y centrarse nuevamente en Tesla es un paso necesario para abordar los desafíos financieros y de imagen que enfrenta la compañía. Sin embargo, el impacto de sus acciones pasadas en el gobierno y las controversias asociadas podrían seguir afectando la percepción pública y la confianza de los inversionistas. Será crucial que Musk y Tesla implementen estrategias efectivas para recuperar su posición en el mercado y restaurar la confianza en la marca.
Paola Reyes Bohórquez.