El mundo entero está a la expectativa de la aplicación de las severas restricciones que Donald Trump prometió en campaña.
El 20 de enero de 2025 Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, asumirá oficialmente su cargo y recibirá nuevamente las llaves de la Casa Blanca. Su campaña fue motiva por la promesa de restricciones severas a muchos productos de fabricación extranjera. De este grupo no se salvan los automóviles.
Si bien los vehículos chinos tienen prácticamente prohibida la entrada al país norteamericano, con imposiciones arancelarías que superan el 100%, las automotrices europeas comienzan a preocuparse por el mismo tema. Sabemos que los impuestos no llegarían al mismo extremo, pero si se elevarían las cifras actuales, con repercusiones.
Esta situación ha desencadenado una caída en las acciones de importantes fabricantes europeos, como Porsche, Volkswagen, BMW y Stellantis, debido al temor de políticas comerciales más proteccionistas y la reintroducción de aranceles a vehículos europeos hacia EE. UU., dando prioridad a sus políticas de «América Primero».
¿Más aranceles para vehículos europeos en Estados Unidos?
Propiamente, el que será el nuevo primer mandatario de los estadounidenses, no ha señalado la aplicación de más aranceles para los vehículos provenientes de Europa. China ya está totalmente claro, pero ahora sus vecinos México y Canadá también están en la cuerda floja. Donald Trump quiere aumentar los impuestos a ambos países.
Si se llegará a elevar el importe arancelarío para los autos que llegan a Estados Unidos desde el viejo continente, eso impactaria negativamente a las empresas que dependen en gran medidad del mercado estadounidense. Además, empresas terciarias, como proveedores de piezas también se verían afectadas e incluso, registraron descensos en la bolsa.
Renault ha logrado limitar sus pérdidas al 0,4%, pero sigue siendo vulnerable ante posibles cambios regulatorios. A lo anterior hay que sumar que el escenario global está siendo influenciado por las represalias comerciales de China hacia los vehículos eléctricos europeos, lo que agrava aún más el panorama para los fabricantes europeos.
Panorama de la industria y mercado automotriz en Europa
El mercado automotriz europeo enfrenta un duro momento. La transición hacia la electrificación, los desafíos en las cadenas de suministro y la competencia creciente de fabricantes asiáticos complican aún más la situación. Las políticas proteccionistas de Trump podrían desincentivar la inversión en tecnologías limpias y sostenibles.
El impacto en la bolsa de valores es solo un reflejo de la preocupación más profunda sobre cómo estas políticas podrían redibujar el panorama comercial global. La incertidumbre ha llevado a los inversores a deshacer posiciones en el sector automotriz, demostrando la sensibilidad del mercado ante los eventos políticos en EE. UU.
Esta situación podría empujar a los fabricantes europeos a buscar diversificar sus mercados y fortalecer su presencia en regiones como Asia y América Latina. Sin embargo, esta estrategia podría no ser suficiente a corto plazo para compensar las posibles pérdidas en el mercado estadounidense.