El estudio científico constató que entre más crece el parque automotor eléctrico, menos visitas hay a los hospitales por problemas en las vías pulmonares.
La Escuela de Medicina Keck de la Universidad de California, realizó un estudio en el que confirmó que el uso de vehículos eléctricos reduce las emergencias cardiorrespiratorias.
Fueron diferentes los datos que arrojó esta investigación. Sin embargo, el propósito de los científicos era certificar el impacto en la salud de las personas cuando en el ecosistema de su vida cotidiana, el aire mejora su calidad. Esto debido a la reducción de emisiones contaminantes producidas por carros a combustión, ante el desarrollo de los vehículos eléctricos.
De ese modo, y utilizando un grupo de datos disponibles públicamente. Los investigadores llevaron a cabo un “experimento natural” que ocurre en California. Allí, donde varios residentes adoptaron la movilidad eléctrica y cero emisiones de manera rápida.
¿Cómo se realizó?
Para realizar el estudio, se compararon los datos sobre el registro total de los vehículos cero emisiones, también conocidos como ZEV. Así como los niveles de contaminación del aire y las visitas a salas de emergencias que estuvieran relacionadas con el asma.
El estudio se hizo a lo largo de todo el estado entre los años 2013 y 2019. Esto cuando la transición en la movilidad no estaba tan avanzada como hoy día. La primera conclusión de los investigadores fue que a medida que el parque automotor eléctrico crecía, las visitas a emergencias por problemas respiratorios se reducían.
Así mismo, la investigación logró comprobar que en las zonas de códigos postales con población con menos recursos económicos, donde comprar un vehículos eléctrico es más complicado, la disminución de las consultas médicas fue mucho más lenta.
En ese sentido, para los científicos, los datos tienen el valor de la comprobación global del imaginario sobre la movilidad eléctrica. Pero a esa idea se le añade una importante modificación de la situación en las pequeñas comunidades.
Falta un largo camino
Esto fue lo que concluyó Erika García, profesora asistente de ciencias de la población y salud pública en la Escuela de Medicina Keck y autora principal del estudio. “Cuando pensamos en las acciones relacionadas con el cambio climático, a menudo es a nivel global, pero la idea de que los cambios que se realizan a nivel local pueden mejorar la salud de su propia comunidad podría ser un mensaje poderoso para el público y los responsables políticos”.
A pesar de estos buenos resultados, los científicos concuerdan en que el estudio debe ser complementado por otros. Por lo que, según la publicación que realizaron en la revista Science of the Total Environment, a futuro se deben tener en cuenta impactos adicionales de los ZEV, como emisiones relacionadas con el desgaste de los frenos y neumáticos.
Igualmente, la extracción de materiales para la fabricación de estos autos y la eliminación de vehículos viejos. Así las cosas, falta un largo camino para seguir aportando a la salud y medio ambiente con la transición en la movilidad, donde también se deben tener en cuenta transportes como la bicicleta y desplazamiento a pie.
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Paola Reyes Bohórquez. Fuente: Infobae.