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Aunque el Renault 21 gozó de gran éxito internacional en el segmento de sedanes medianos, su situación a nivel local se vio gravemente afectada por un contexto adverso, desde su desarrollo hasta su despedida. Repasamos su historia.
A finales de la década de 1980, el mercado automotriz era cerrado y no ofrecía muchas opciones. Debido a las restricciones impuestas por los gobiernos de turno, el colombiano promedio solo podía escoger entre tres marcas: Renault, Chevrolet y Mazda. Para la gama media alta, Chevrolet tenía el Monza de origen Opel y Mazda, el variado y tecnológico 626.
Renault tenía por entonces al Renault 18, alabado por su fortaleza mecánica y la potente versión 2.0 litros con caja manual de 5 velocidades. Sin embargo, para 1985 ya se pensaba en el reemplazo del modelo, por entonces apenas en desarrollo en Francia: el Renault 21. A continuación repasaremos su historia, tanto a nivel mundial como en Colombia.
Totalmente inédito y con diversas innovaciones, este auto debutó en marzo de 1986 como respuesta a los Citroën BX, Opel Ascona (el mismo Monza colombiano), Ford Sierra, Alfa 75 y el futuro Peugeot 405. La firma del rombo llevaba años trabajando en él, otorgándole un agradable diseño de Giorgetto Giugiaro que imprimía un aire de juventud y equilibrio, y una amplia gama de motores diésel y a gasolina.
Evolución de la gama
Inicialmente, el Renault 21 solo existía en carrocería sedán, que además se vendió en Estados Unidos como Renault/Eagle Medaillon. Por eso, en 1987 se agregó la versión familiar bajo el nombre “Nevada” o “Savannah”, digna heredera de sus antecesoras, las R12 y R18. Ofrecía una amplitud considerable en cabina, al punto de tener versiones con siete asientos de serie y variantes con tracción 4×4.
No faltó una versión prestacional en la familia. Fue el Renault 21 Turbo, que a su estreno en 1988 contaba con un motor 2.0 litros apoyado en un turbocompresor Garrett T3 y dos intercambiadores de calor, capaz de entregar hasta 175 hp a 5.200 rpm y 270 Nm de torque a 3.000 rpm, unido a una caja manual de 5 velocidades.
Un nuevo diseño frontal y diversos accesorios como rines de diseño exclusivo, faldones y alerón trasero, dirección servoasistida y frenos de disco en las cuatro ruedas, completaban el paquete convirtiendo al elegante sedán en un monstruo capaz de devorar pavimento. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos, alcanzando hasta 224 km/h.
En 1989 llegó la hora de una actualización para el Renault 21 en Europa. Nuevos faros, parrilla, luces traseras y defensas identificaban al modelo, además de la nueva carrocería hatchback de 5 puertas, con una modular quinta puerta para hacerlo más práctico. La versión Turbo también sufrió dichos cambios, adicionando la versión Quadra con tracción integral a las cuatro ruedas.
Esta etapa comercial duró cinco años, pues en 1994 dejó su lugar en las líneas de producción al novedoso y vanguardista Renault Laguna. Diferente fue el caso de la camioneta Nevada, que se mantuvo vigente hasta 1995 cuando apareció la versión familiar del recién llegado.
En total, salieron a las calles 2.096.000 millones de unidades del Renault 21, 412.000 de ellas fueron camionetas Nevada, y el resto sedanes.Durante su vida comercial, y aún después de ella, el Renault 21 ganó gama de carro aguantador, fiable y duradero. Cumplió diversas funciones como taxi, patrulla policial y ambulancia, mostrando sus enormes cualidades mecánicas en cualquier terreno y condición.
El Renault 21 en Colombia
Volviendo al inicio de este relato, para 1985 Sofasa-Renault decidió producir el Renault 21 para afrontar las crecientes ventas de los Mazda 626 y Chevrolet Monza. Aún cuando el R18 completó 45.100 unidades armadas en Colombia durante su vida comercial, la marca estaba decidida a retener su parte del pastel en la gama media, trayendo al nuevo modelo lo más pronto posible.
La recompensa a los esfuerzos llegó en abril de 1987 con el lanzamiento del Renault 21 RX Sedán, dotado del mismo motor de 2.0 litros, 100 hp y 157 Nm de torque que equipaban los R18 GTX, ubicado longitudinalmente y unido a una caja manual de 5 velocidades.
Como parte del equipamiento general incluía aire acondicionado, vidrios eléctricos, cinturones de seguridad retráctiles, bloqueo central, espejos con desempañador y el diseño fresco y moderno que se presentaba como una revolución frente a sus rivales. La camioneta Nevada llegó en octubre del mismo año, que finalizó con un increíble éxito de 4.200 unidades vendidas.
Sin embargo, debido a la prisa de su estreno y a que Sofasa no logró hacer todas las pruebas de adaptación a nuestras condiciones climáticas y topográficas, las primeras unidades sufrieron problemas de recalentamiento. Los usuarios elevaron quejas a concesionarios y a la propia Sofasa, que resolvió recoger todas las unidades con problemas y repararlas en forma gratuita.
Ya con una fama adversa a cuestas, la gama continuó avanzando. En 1989 debutó la variante RS con motor Cleón C2L de 1.6 litros y 73 hp, compartido con el Renault 9 TXE, sumándose a un RX con algunas novedades de diseño y equipamiento. La cosa no prosperó mucho, pues en ese año las ventas del vehículo en el país cayeron en un 73%.
En 1990 y obedeciendo a la evolución natural del modelo, el Renault 21 se renovó al punto de cambiar su nombre. Ahora se llamó Etoile y estrenó frontal, defensas, interior y la carrocería hatchback, conocida como Penta y estrenada un año después. La gran novedad, sin embargo, fue la incorporación de la inyección electrónica por primera vez en un vehículo nacional, para la versión tope TXI.
La última puesta al día local ocurrió en 1993. El Etoile Penta reemplazó el motor 1.6 litros por un 1.7, incluyendo nuevos elementos como el telecomando, radio casetera digital, spoiler y nuevos rines. Los Etoile sedán ahora eran Etoile Bravo, con motor Douvrin J7T de 2.2 litros y 126 hp, rines de aluminio, radio casetera desmontable y otros elementos de lujo.
En medio de tantas dificultades, el Renault 21 completó 12.456 unidades producidas en Colombia hasta el fin de su carrera, en 1994, buscando redimirse frente a la opinión pública. Sin embargo, nunca le perdonaron del todo sus errores iniciales, llegando a ser desestimado e incomprendido, con una fama que tal vez no merecía.
Lea también: Historia del Renault 18, un gran acierto en versatilidad
Textos e investigación: Néstor Delgado Lara.
Edición y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
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