La propuesta más representativa de Chevrolet para el segmento de sedanes medianos en la década de 1980 fue el Chevrolet Monza, un sedán diseñado en Europa y adaptado en Brasil que contó con gran éxito en nuestro país.
Los sedanes medianos eran en la década de 1980 muy apetecidos por la clientela colombiana que no tenía manera de acceder a vehículos similares en marcas de lujo, tanto así, que modelos como el Mazda 626 y los Renault 18 y 21 llegaron a colarse entre los más vendidos del país por esa época, algo que hoy en día sin duda es muy difícil de lograr.
Por ello, las tres marcas de mayor presencia en el mercado colombiano por aquel entonces (Chevrolet, Renault y Mazda) debían estar representadas en ese segmento tan importante y cada una lo hacía a su manera. Mientras que Mazda tenía a sus 626 «Nueva Raza» cargados de belleza y tecnología, y Renault tenía los 18 cuyo principal argumento fue la amplitud y la fiabilidad mecánica, Chevrolet hizo lo propio con el Monza.
Orígenes del Chevrolet Monza
Si buscamos conocer lo que en verdad representaba el Chevrolet Monza debemos remitirnos a agosto de 1981, cuando en Europa se presentó el Opel Ascona C montado sobre la plataforma J de General Motors, misma que serviría también a otros modelos de la época como los Chevrolet Cavalier, Pontiac 2.000 y Sunbird, Buick Skyhawk, Oldsmobile Firenza y Cadillac Cimarrón.
El Opel Ascona C (tercera generación) recurría a una estructura monocasco y motores de cuatro cilindros en línea, en configuraciones de 1.3 litros con 60 o 75 caballos de potencia, 1.6 litros con 82 o 90 caballos, 1.8 litros con 83, 100 y 115 caballos, 2.0 litros de 100, 115 y 130 caballos, y un diésel 1.6 litros de 54 caballos, utilizando cajas mecánicas de cuatro y cinco velocidades, y automáticas de tres y cuatro marchas.
Fue un vehículo sumamente versátil que llegó a venderse en carrocerías sedán de dos o cuatro puertas, liftback de tres o cinco puertas, convertible y Station Wagon, llegando a gran cantidad de países bajo las marcas Vauxhall (Gran Bretaña), Opel (Europa), Holden Camira (Australia), Isuzu Aska (Japón) y Chevrolet Monza en América Latina.
Su éxito le permitió obtener diversos galardones entre 1983 y 1987 por parte de la prensa especializada, al tiempo que era producido en países como Alemania, Inglaterra, Australia, Japón, Bélgica, Brasil, Venezuela y Colombia. Su última unidad como modelo Opel salió de producción en 1988, mientras que a nivel mundial el último ejemplar se fabricó en Brasil en 1996.
Historia del Chevrolet Monza en Colombia
Aprovechando las adaptaciones que se habían hecho del Opel Ascona C en Brasil y que dieron origen al Chevrolet Monza en ese país como sedán de dos y cuatro puertas, y liftback de tres puertas, Colmotores decidió tomar este modelo como su arma para competir contra los Renault 18 GTX 2 litros y Mazda 626, dándole un reemplazo digno al más grande y lujoso Chevrolet Celebrity.
Luego de los estudios correspondientes, el Chevrolet Monza ensamblado en Colombia con piezas brasileñas se presentó al público en mayo de 1985, con carrocería sedán de cuatro puertas y en dos niveles de equipamiento (DL y SLE). Sus dimensiones alcanzaban 4,36 metros de largo, 1,67 metros de ancho, 1,36 metros de alto y 2,57 metros entre ejes.
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Aspectos Mecánicos
El modelo inicial contaba con un motor de 1.8 litros y cuatro cilindros en línea ubicado en posición transversal y alimentado por carburador doble, que lograba una potencia máxima de 83 caballos a 5.600 rpm y un torque de 135 Nm a 3.200 rpm, asociado a una caja manual de 5 velocidades. La suspensión delantera era independiente tipo McPherson y atrás independiente, con frenos hidráulicos de disco adelante y campanas atrás.
En 1986, el Chevrolet Monza colombiano sufrió algunas modificaciones en su configuración motriz, aumentando su potencia hasta los 93 caballos a 5.800 rpm y su torque a 141 Nm a 3.200 rpm, en favor del comportamiento del vehículo en las difíciles montañas de nuestro país.
Para 1987 se añadió una versión más lujosa denominada Monza Classic, equipada con una transmisión automática Turbo Hydramatic 125 de tres velocidades, antes conocida en los Celebrity, mientras que en 1988 llegó un nuevo motor de 2.0 litros con potencia de 100 caballos a 5.600 rpm y torque de 156 Nm a 3.000 rpm, que podía asociarse a la transmisión manual de 5 marchas o a la automática de tres.
Diseño y equipamiento
Aunado a su aspecto moderno y en línea con lo que dictaba el gusto, ofrecía un interior amplio y cómodo, con un baúl de 510 litros de capacidad que le hacían ideal para cualquier viaje familiar. Su tablero era especialmente completo por la información disponible, con forma cóncava orientado al conductor, e indicadores tipo aguja para la temperatura del motor, sistema de carga, nivel de combustible, tacómetro, velocímetro y vacuómetro.
Desde un principio se ofrecieron en el Chevrolet Monza colombiano asientos con apoyacabezas adelante y atrás, apertura de baúl desde la cabina, y las opciones de aire acondicionado y equipo de sonido con radio-cassette instalados de fábrica en la versión SLE. Eran especialmente llamativas las luces ubicadas en las puertas, que encendían al momento abrir la cabina.
Cuando apareció el Monza Classic automático, en 1987, se añadieron nuevos accesorios como los vidrios eléctricos (en 2 o en 4 ventanas), bloqueo central, seguros eléctricos, dirección hidráulica y el aire acondicionado de serie para las versiones superiores.
En 1989, el Chevrolet Monza fue objeto de una ligera actualización estética en la que se incorporó una nueva parrilla frontal en body-color, protectores plásticos laterales más anchos, stops más largos en la versión Classic, y nuevos estilos de copas en ambas versiones, manteniéndose así hasta su desaparición del mercado, al tiempo que desapareció el motor 1.8 litros de la oferta del modelo.
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Final de vida comercial en Colombia
Mientras que en Brasil el modelo conoció un «facelift» posterior que le permitió mantenerse en vitrinas hasta 1996, en Colombia la producción del Chevrolet Monza finalizó en 1992, cuando aprovechando el «boom» de la apertura económica del gobierno de César Gaviria, GM Colmotores decidió reemplazarlo con el sedán Chevrolet Cavalier importado desde México, con muy poco éxito.
Podría decirse que, al paso del tiempo, el único modelo que logró ocupar con altura el lugar de éxito que tuvo el Monza en la gama de esta marca fue el Chevrolet Optra, modelo de origen Daewoo muy popular en nuestro país durante la década del 2000, y del cual hablaremos en otra oportunidad.
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«Un carro de película» (Video, 1985)
Óscar Julián Restrepo Mantilla.
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