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Tres vehículos acondicionados como Papamóviles para la visita del Papa Francisco a Colombia, en 2017, tomaron distintos destinos.
En medio de gran emoción y solemnidad, GM Colmotores presentó en agosto de 2017 tres vehículos que en sus talleres se acondicionaron como Papamóviles, y que utilizaría el Papa Francisco durante su visita a Colombia, la primera semana de septiembre de aquel año. El evento tuvo lugar en el Palacio de Nariño, con presencia de las autoridades civiles y eclesiásticas del país, y tuvo muy alta relevancia.
La productora asentada en la Avenida Boyacá desarrolló este proyecto sobre tres unidades de Chevrolet Traverse, todas con igual configuración motriz: motor V6 de 3.6 litros, 281 hp y 361 Nm de torque, con caja automática de seis velocidades. En su momento, la firma donó estos autos a la Conferencia Episcopal de Colombia, llevando la matrícula “SCV-1” propia de los Papamóviles.
Para atender a la categoría de la visita, estaban equipados con un asiento de cuero que giraba en 360 grados, donde iría sentado el Papa y que podía ajustarse en inclinación y desplazamiento. También contaban con asientos para los arzobispos que lo acompañaban, estribos para los guardas de seguridad, luces LED para la cabina papal y ajustes especiales en suspensión y llantas.
Los Papamóviles colombianos: ¿dónde y cómo están ahora?
Cinco años y cuatro meses después, uno de estos Papamóviles apareció en el parque Las Malocas de Villavicencio, donde fue fotografiado y luego publicado en el grupo “Autos Abandonados Colombia”, en la red social Facebook. Aunque por fuera luce bien, es obvio que ya perdió el brillo de aquellos días en que Su Santidad recorrió al país en él.
La carrocería en general se mantiene intacta, pero varias piezas del interior como las escaleras y pisos, e incluso recubrimientos laterales y la cabina papal, tienen un notorio desgaste. Algunas partes del tapizado se han desprendido, y en general, luce sucio y abandonado. No es claro quién posee hoy la propiedad del carro, pero se presume que debe ser la Arquidiócesis de la capital del Meta.
En contraste, otro de los Papamóviles permanece hoy en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en ese municipio boyacense. El vehículo allí ubicado está aislado mediante una cerca, dispuesto para exhibición ante el público que asiste a dicho templo. Incluso, pueden tomarse fotos allí. Así lo confirman las fotografías publicadas en los comentarios del mismo ‘post’.
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Pero aún nos falta un Papamóvil. Allí mismo se indica que, al parecer, esa tercera unidad hoy permanecería en los talleres de GM Colmotores, en Bogotá, esperando ser chatarrizada.
Independientemente de lo que estos vehículos representan, o de la opinión que muchos tengan sobre el Papa o sobre la Iglesia Católica, lo cierto es que hacen parte no solo de la memoria automotriz y religiosa de Colombia, sino también del arraigo popular.
Incluso, tienen múltiples anécdotas. Muchos aún recuerdan cuando el Pontífice se golpeó con una de las barandas de la cabina de uno de estos Papamóviles, mientras saludaba un niño en Cartagena. Y, bueno, tal vez algún detalle se escapó durante la construcción. De cualquier manera, estos Papamóviles ya están en nuestra historia.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Fuente: “Autos Abandonados Colombia” vía Facebook. Fotografías de Manuel Alberto Bautista Salcedo y Cristian Camilo Avila Herrera.
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