Los orígenes de Dodge en Colombia: más de 100 años en nuestras calles

Hace un siglo, Dodge era una marca de dos hermanos emprendedores que debieron enfrentar al mismo Henry Ford. Fue así como Colombia la conoció.

PUBLICRÓNICA No. 85.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotor.
Especial para EL CARRO COLOMBIANO.

Más que ser tradicional, el nombre Dodge es una institución que reconocemos unido al nombre Chrysler. Pero los anuncios que aquí presentaremos demuestran que hubo una historia previa a todos sus modelos actuales y antiguos, incluso los ensamblados por Colmotores en Colombia. Todos ellos, en su mayoría, atados al famoso emblema del Pentastar.
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Similar a Renault, que nació legalmente como Renault Fréres (hermanos) en 1899, nuestra protagonista inició muy poco después como Dodge Brothers. Es decir, ambas fueron una asociación entre hermanos de sangre.
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En el primer caso, Louis Renault tuvo como apoyo a sus dos hermanos mayores como socios capitalistas. Pero en este, John Francis y Horace Elgin Dodge eran inventivos y mecánicos de taller que trabajaban a cuatro manos, como los hermanos Wright. Iniciaron con bicicletas, trascendiendo a los componentes de vehículos con los que atendieron a la industria norteamericana de inicios del siglo XX.

Aportaron incluso a Henry Ford, pero decidieron no colaborar más con él y fundaron su propia fábrica automotriz en 1914, compitiendo en calidad y una mejor dotación frente al modelo “T”. Hace más de un siglo, los vehículos de marca Dodge Brothers estaban en los primeros lugares de ventas en Estados Unidos, y ya se exportaban al resto del mundo.
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Así mismo, John y Horace Dodge compraron otra empresa fundada por hermanos: Graham Brothers. Fundada en 1919 como una modificadora para camiones sobre bases de marcas como Ford, escogieron las plataformas de Dodge para sus trabajos, quedando así bajo su paraguas. Así, una hermandad respaldaba a la otra, pero manteniendo su independencia. Por algo, es inevitable hablar en este espacio de los camiones Graham.

Los primeros Dodge en Colombia

La influencia de Estados Unidos sobre América Latina era evidente. Para el caso colombiano, que hace un siglo se benefició de la indemnización por el ferrocarril de Panamá y los nuevos hallazgos petrolíferos en el oriente, el automóvil llegaba para quedarse. Había más marcas y llegaban por fin a todas partes, en cantidad.
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Claramente, Dodge Brothers tentaría el mercado desde Bogotá, el comerciante Antonio Puerto se haría cargo. Él, así como otros importadores, fundaría empresas de transporte con vehículos de las marcas respaldadas con su nombre; además de traer los repuestos y accesorios para sostenerlo, como las llantas BF Goodrich que luego darían inicio a Icollantas.

Volviendo a su publicidad, hay un primer aviso de 1920 en la revista Cromos donde comparte su protagonismo con las llantas BF Goodrich y los relojes Waltham, todos representados por Antonio Puerto. Además, ya hay un dibujo elemental de un sedán construido en acero y una mención de virtudes comunes a otras marcas del momento: economía en consumo, calidad garantizada en buenos materiales, menor desgaste de llantas (cuando eran aún poco durables) y confort gracias al uso de resortes.

Una frase que hoy nos sonaría común, si era una novedad que hacía pensar la decisión de compra: “Quien conoce el Dodge, lo prefiere. Quien posee un Dodge, lo recomienda.”.
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La marca Dodge Brothers aparece con un tipo de letra muy específico, de formas cuadradas y esquinas redondeadas. Nunca aparece el símbolo que realmente los identifica: las letras “DB” dentro de dos triángulos que forman una estrella de seis puntas, como la del judaísmo. Esto, a pesar de que los hermanos Dodge no eran judíos.

El acero como argumento de calidad

Hay que dar un salto hasta hallazgos fechados en 1927, para comprobar cómo evolucionaron la marca y su publicidad. Son avisos diversos, casi todos ocupando varias columnas de página y con composiciones propias y racionales. Se nota que el anunciante proveía a periódicos como El Tiempo o Mundo Al Día de ellos, como era el caso de muchos anunciantes respaldados en grandes marcas.
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Dibujos a tinta muy cuidados y contrastados, bloques de texto muy definidos y diseños claros que permiten “respirar” con espacios en blanco, lo que era un alivio visual en medio de los excesos de la prensa de entonces.

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Los mensajes eran más bien recurrentes en cuanto a cualidades de producto, aunque en el caso de Dodge Brothers, son frecuentes las alusiones a la calidad en el uso de acero con aleación al cromo y al vanadio como garantía de duración y valorización, demostradas tras muchos años y kilómetros en manos del público. Otros argumentos, como el tamaño de la fábrica o estadísticas en porcentajes, también se repiten.

La marca Dodge Brothers, antecedida por la palabra “Automóviles” en mayúscula y con tilde (algo muy escaso en artes gráficas hasta los años 1990), sigue reforzando una identidad de marca que no deja dudas. Argumentos de venta similares se trasladan a su división de camiones, Graham Brothers, y a su producto de una tonelada: el G-Boy. Se recalca, en ese caso, el respaldo de Dodge y Antonio Puerto.

Paso a Chrysler

Lo que muchos colombianos seguro no sabían, fue la trágica y temprana desaparición de los hermanos Dodge, por enfermedad, en ambos extremos de 1920: John por neumonía, en enero; y Horace por cirrosis, en diciembre.
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Aunque la empresa siguió adelante, su ránking fue descendiendo y sus viudas, que no pudieron asumir su administración, la vendieron en 1925 al fondo de inversiones Dillon, Reed & Co. Para 1928, cuando Walter P. Chrysler llevaba solo cuatro años fabricando sus propios autos, decidió comprar Dodge Brothers para robustecerse como conglomerado.
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Graham quedó a un lado y sobrevivió unos años más como Graham-Paige, hasta que fue comprada por Henry Kaiser.

Dodge fue la única compra externa que Chrysler hizo en ese momento, pues Plymouth, DeSoto y Fargo se fundaron en su seno. En 1930 desaparece la denominación “Brothers”, quedando Dodge como se conoce hasta hoy, ya en manos del enorme conglomerado Stellantis.
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Cuando la marca cumplió su primer centenario, una serie de comerciales norteamericanos evocó a los hermanos Dodge en simpáticas apariciones que los mostraban en su contexto más humano, pues además fueron famosos por ser competitivos, fiesteros y hasta peleadores entre ellos mismos. La campaña se definió con la frase “Their spirit lives on” (Su espíritu, vive en ellos).

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CRÉDITOS:

• Textos e investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón.
• Edición de texto, reconstrucción digital de imágenes y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.