El Audi SQ5 ha sido el último en pasar por los talleres de ABT Sportsline, donde recibió importantes mejoras estéticas, un aumento de potencia y un aspecto un poco más ‘agresivo’.
El preparador alemán ABT Sportsline, tomó al modelo insignia de la marca de los cuatro aros, el Audi SQ5 y le realizó una serie de interesantes mejoras en su estética y bajo su capó.
El Audi SQ5 se destaca por lucir unas nuevas llantas de aleación pintadas en negro brillante de 21 pulgadas. Sin embargo, el especialista ofrece unas menos radicales de 20 pulgadas con el mismo acabado y diseño de múltiples radios, junto con retoques en la suspensión.
Además, cuenta con unos nuevos muelles regulables en la altura, aunque en el caso de la versión SQ5 TDI reduce la altura de los ejes de 35 a 60 mm. Esto es una significativa mejora para los SUV deportivos.
Audi SQ5 by ABT Sportline: novedades
Así, los modelos también lucen detalles más deportivos, como los novedosos faldones laterales y traseros. El último con cuatro escapes, cada uno con un diámetro de 102 milímetros envueltos en unos embellecedores de carbono.
De hecho, sobre el portón, el especialista añadió un spoiler. Por otro lado, normalmente la gama ofrece un motor diésel V6 TDI de 3.000 cc, con una potencia de 341 hp y 700 Nm de torque, el cual se transmite a las cuatro ruedas a través de la caja de cambios Tiptronic de ocho velocidades.
Como esto no fue suficiente, el preparador decidió añadirle un poco más de ‘poder’ con la instalación del paquete ABT Power S y una unidad de control ABD Engine Control, aumentando así la potencia a 384 hp y 760 Nm torque.
Gracias a estas importantes mejoras, el modelo logra acelerar hasta los 100 km/h en tan solo 4,9 segundos, siendo 0,2 segundos más rápido que con la configuración de serie.
Sandy García Tarazona.
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