A pesar de múltiples alegatos, la marca británica no pudo hacerse con los derechos de la silueta de su vehículo más importante, lo que le termina de abrir el camino de producción al Ineos Grenadier.
Hace un mes hablábamos sobre el Ineos Grenadier, un SUV que claramente le hace homenaje al Defender de antaño y su diseño. Ahora Jaguar Land Rover acaba de perder un juicio por los derechos de marca sobre el modelo original.
El pleito, librado ante una corte londinense y la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido, buscaba que se registrara la forma del Defender como propiedad exclusiva del fabricante británico.
Dicho de otra forma, lo que Jaguar Land Rover pretendía era reclamar como propia la silueta, o la figura, del Defender y por ende poder cobrar a otros fabricantes por su uso e incluso denunciar por uso indebido de propiedad intelectual. Sin embargo, la corte se negó.
Las razones
La corte estuvo de acuerdo con el veredicto ofrecido por la Oficina de Propiedad Intelectual: si bien un especialista de la industria puede encontrar las similitudes entre los diseños del Defender y del Ineos Grenadier, para un consumidor promedio puede carecer de importancia, e incluso puede que ni lo note.
Según información de Bloomberg, el concepto ofrecido por dicha oficina asegura que las formas que Jaguar Land Rover buscaba registrar, las escalonadas en los laterales, no eran lo suficientemente distintivas como para pertenecerle a alguien.
En un comunicado posterior a la decisión, el fabricante británico aseguró sentirse decepcionado por la decisión de las autoridades. Adicionalmente, señaló que esas mismas figuras ya han sido registradas como propias en muchos otros mercados.
¿Era válido?
Si bien la idea de registrar una figura como propia, sobre todo en el mundo automotriz, resulta descabellada, si hay que aceptar que lo del Ineos Grenadier con el Land Rover Defender es una situación delicada.
Para iniciar, Ineos acepta abiertamente que el Grenadier está inspirado en el Defender e incluso sus similitudes saltan a la vista, sin necesidad de ser expertos. Adicionalmente, se sabe que Jim Ratcliffe, dueño de la primera, intentó hasta comprarle el nombre a la segunda.
Sin embargo, la producción del polémico todoterreno no se va a interrumpir y, por el contrario, podría agrandarse. Esto si Ineos logra que Daimler le venda la fábrica de Smart que tiene en Hambach, Francia.
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