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Las marcas japonesas no están tan felices con los vehículos eléctricos. Toyota y Yamaha tiene un nuevo proyecto alternativo.
Yamaha ha informado sobre el desarrollo de un potente motor que funciona con hidrógeno y que equiparía varios modelos de alta gama y deportivos de Toyota. Esto con el fin de conservar en lo posible la esencia de los propulsores a combustión, reduciendo la salida de carbono.
Los fabricantes automotrices se están enfrentando a nuevos retos tecnológicos desde que la electrificación se tomó la industria y las legislaciones comenzaron a restringir las emisiones. Muchos optaron por eliminar la combustión, pero otros se han resistido.
Entre lo últimos están Mazda, Kawasaki, Subaru, Toyota y Yamaha quien avanzan en el desarrollo de un motor de hidrogeno, considerando que con este combustible se puede alcanzar la huela de carbono neutra y en este caso, ayuda a mantener viva la pasión por los motores ‘puros’.
En esto avanza el proyecto Toyota-Yahama
Las investigaciones y pruebas piloto se realizan a partir del motor V8 de 5.0 litros de Lexus, que llevaron modelos como Lexus LC500 y Lexus RC F. A este se aplicaron modificaciones en los inyectores, culatas, colector de admisión, entre otros.
El resultado llevó a la promesa de una entrega de potencia de 450 hp y 540 Nm de torque que aportará a un sistema de propulsión verdaderamente potente y con la tranquilidad de que está siendo amigable con el medio ambiente gracias al uso del hidrógeno.
Una ventaja que se supone es que la unidad podrá conservar sus características las rudimentarias como el sonido y una sensación de manejo que para muchos, no puede ser superada por un vehículo eléctrico por más elementos añadidos que lleve.
Toyota ya había experimentado el uso de hidrógeno en el GR Yaris H2 que presentó en forma de prototipo el año pasado, pero lo que trabaja con Yamaha está pensando más al uso en modelos alta gama y deportivos, en los cuales sacar el máximo provecho a la prestaciones.
Aún hay varios obstáculos por superar en este campo, pues un sistema de propulsión a hidrógeno supone la necesidad de un amplio espacio de almacenamiento del combustible en el vehículo y baja densidad enérgica. Además de que representará mayores costos.
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Jessica Paola Vera García.
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