Stellantis continúa con su plan de reducción de costos. Ahora está cerrando algunas de sus instalaciones más caras.

El Stellantis Arizona Proving Ground, un enorme centro de pruebas y desarrollo ubicado en el desierto de Mojave, cerrará sus puertas a finales de este año. Esta medida se suma a la serie de recortes que la compañía ha venido implementando desde su fusión con FCA. Esta ha resultado en la eliminación de miles de puestos de trabajo.

Ahora, los empleados de este centro, ubicado en Yucca, entre Las Vegas y Phoenix, serán los siguientes afectados. De los 41 empleados que allí trabajan, 37 están afiliados al sindicato UAW (United Auto Workers), quienes ya han comenzado a negociar las mejores condiciones para estos trabajadores.

Según un comunicado enviado por e-mail, la decisión se da para «mejorar la eficiencia y optimizar la presencia global» de la compañía. No obstante, explica que no es un cierre total de operaciones en Arizona, ya que el conglomerado trasladará sus pruebas al centro de Toyota del mismo estado.

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Un centro clave para Stellantis, con una larga historia

Hay que decir que este centro, de características similares, ha estado disponible para otras marcas desde 2021. En dicho momento Toyota decidió compartir los costos con otras firmas automotrices y tecnológicas. El Arizona Proving Ground, que se extiende por 1.600 hectáreas, ha sido fundamental en el desarrollo de algunos de los carros más emblemáticos de Stellantis, como la Ram TRX.

Y es que el centro cuenta con pistas de pruebas dinámicas, laboratorios para test de durabilidad y equipamientos para pruebas NVH (Ruido, Vibraciones y Dureza). Sin embargo, su historia va mucho más allá de Stellantis, ya que inicialmente fue una escuela de artillería y centro de entrenamiento militar de Estados Unidos. Posteriormente, Ford lo adquirió en 1954, y finalmente, Chrysler pagó 35 millones de dólares en 2007 para convertirlo en uno de sus principales centros de pruebas.

Pese a su importancia, era uno de los 18 sitios potencialmente prescindibles dentro del plan de recortes de Stellantis en Estados Unidos. Un plan discutido en las negociaciones del año pasado con el UAW durante una histórica huelga en el sector automotriz.

Aún así, los empleados afectados tienen la opción de aceptar paquetes especiales de prejubilación o ser reubicados, según afirmó la compañía. También se les ofrece la posibilidad de despidos indefinidos, con indemnizaciones y otros beneficios que podrían extenderse hasta dos años.

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Una estrategia de reducción implacable

Desde la creación de Stellantis, tras la fusión de PSA y FCA que unió a 14 marcas automotrices bajo un mismo conglomerado, la empresa ha reducido su plantilla en más de un 15%. Esto se traduce en la eliminación de cerca de 47.500 empleos. Según datos de CNBC, para finales de 2023, Stellantis contaba únicamente con 11.000 trabajadores, cifra muy inferior a la registrada antes de la fusión.

El centro de pruebas en Arizona no es el único afectado, ya que se rumorea que otras instalaciones de la compañía, como su centro en Chelsea, Michigan, podrían ser las siguientes en la lista. Allí trabajan cerca de 500 empleados, y aunque no estaba inicialmente en el plan de recortes, podría sumarse a las instalaciones eliminadas en un futuro próximo.

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Paola Reyes Bohórquez.

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