Porsche decidió ajustar su estrategia y apostar por motores híbridos y de gasolina, esto junto a sus eléctricos.
En un contexto donde los carros eléctricos enfrentan desafíos en ventas, Porsche reafirmó su compromiso con motores de combustión y anunció sorpresas en su próximo ciclo de producción.
A pesar del impulso global hacia la electrificación, Porsche está tomando un enfoque más cauteloso en su estrategia. Según Lutz Meschke, director financiero de la marca, el mercado premium y de lujo muestra una preferencia clara por los motores de combustión interna, lo que ha llevado a la compañía a replantear su línea de productos.
“En el segmento premium y de lujo hay una clara tendencia hacia los carros con motor de combustión interna, por lo que reaccionaremos en nuestro ciclo de producción”, afirmó Meschke.
Ajuste en la estrategia de Porsche
El ajuste no es menor. Mientras que la industria apunta a una transición total hacia los automotores cero emisiones, Porsche evalúa alternativas. Incluso modelos originalmente pensados como completamente eléctricos podrían incluir versiones híbridas o de combustión interna.
Las ventas de carros eléctricos han mostrado dificultades a nivel mundial, y Porsche no es la excepción. En septiembre de 2024, la participación de vehículos eléctricos en las ventas de la marca cayó al 7,3%, comparado con el 12% registrado en el mismo mes de 2023. Esta disminución se debe principalmente a la caída en las ventas globales del Taycan y un descenso del 29% en el mercado chino, el mayor consumidor de autos eléctricos del mundo.
Meschke resaltó que, en mercados clave como China, los compradores de lujo prefieren modelos con motores tradicionales o híbridos, lo que desafía el objetivo de Porsche de que el 50% de sus ventas provengan de modelos eléctricos para 2025.
El futuro de la marca
Así las cosas, Porsche sigue apostando por una gama diversificada que combine combustión, híbridos y eléctricos. Por ejemplo: el nuevo Cayenne tendrá una versión completamente eléctrica entre finales de 2025 y principios de 2026, pero continuará ofreciendo variantes con motores de combustión mejorados y sistemas híbridos enchufables.
Entre tanto, aunque parecía que los motores V8 estaban en peligro, este será refinado por la marca para reducir emisiones y mantenerse competitivo. Además, el Porsche K1, un SUV eléctrico de 7 plazas promete ser revolucionario. Construido sobre la plataforma SSP Sport, contará con baterías de 900 voltios y una potencia estimada de más de 1.000 caballos, aunque aún no hay fecha oficial de lanzamiento.
Tenemos que decir que Porsche demuestra que está dispuesto a desafiar las tendencias globales al reconocer que no todos los mercados están listos para la electrificación total. La decisión de mantener opciones de combustión e híbridas refleja una estrategia pragmática, basada en los datos de mercado y las preferencias de sus clientes.
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Paola Reyes Bohórquez.
