En ‘jaque’, se encuentra nuevamente la producción de baterías para vehículos eléctricos a nivel global.
Un reporte de S&P Global Mobility señaló que la pronosticada expansión de producción de baterías para vehículos eléctricos se puede ver afectada, debido a la frágil cadena de suministros y las tensiones geopolíticas.
Además, señaló que las aspiraciones de ventas de los productores de baterías para vehículos híbridos y eléctricos con equipos originales tendrán que sortear fuertes desafíos. Esto porque se vislumbra una batalla por conseguir materias primas.
De acuerdo con el reporte, para 2030, el mercado de baterías de iones de litio espera una demanda anual de más de 3.4 teravatios hora (TWh).
Precios por las nubes
Así mismo, S&P manifestó que los costos de los metales esenciales para elaborar dichas baterías estarán por ‘las nubes’. Por esta razón, los márgenes de ganancia tanto de proveedores como de fabricantes de carros se verán amenazados.
“Elementos como el litio, níquel y cobalto no aparecen mágicamente y se transforman en baterías para vehículos eléctricos y otros componentes”, aseguró Graham Evans, director de tecnología y cadena de suministro del sector automotriz de S&P Global Mobility.
A esto le agregó que los pasos intermedios entre la excavación de estos elementos y el ensamblaje final representan un cuello de botella particular.
Reuters informó a principios de octubre que, los principales fabricantes de vehículos a nivel mundial proyectan invertir alrededor de US$1.2 billones. Esto para desarrollar y producir millones de carros eléctricos, junto con las baterías y materias primas hasta 2030.
“Alcanzar sus objetivos de volumen requerirá una curva de crecimiento empinada para una industria floreciente”, señaló el informe.
Por su parte, la compañía Tesla, un ‘jugador’ esencial y líder en la producción de carros eléctricos, estima que necesitará casi 139.000 toneladas métricas de níquel hacia 2030.
Paola Reyes Bohórquez. Fuente: Euro News.
