Colombia aplazó la restricción a la importación de vehículos y autopartes de EE. UU. Sin embargo, continúa la incertidumbre y preocupación en el sector automotor.
Este viernes 2 de mayo no se implementó en Colombia la polémica regulación que prohibe la importación de vehículos y repuestos automotrices fabricados bajo estándares estadounidenses, una medida que ha generado preocupación en el sector y que incluso ha motivado la intervención del embajador norteamericano en el país, John McNamara, quien advirtió sobre sus posibles impactos negativos en el empleo y la industria.
La disposición del Ministerio de Transporte exige que todos los automóviles importados cumplan con los reglamentos técnicos de la Unión Europea, dejando fuera a aquellos fabricados bajo normas de EE.UU. Según Andrés Chaves, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, este problema se originó durante el gobierno de Iván Duque, cuando se establecieron requisitos técnicos más estrictos para garantizar la seguridad vehicular, incluyendo estándares en llantas, vidrios y otros componentes críticos.
«A partir del 2 de mayo, Colombia ya no podrá importar vehículos y piezas de automóviles fabricados bajo estándares estadounidenses. El Ministerio de Transporte quiere que todos cumplan normas europeas», explicó Chaves en declaraciones recogidas por El Tiempo.
Un problema para la importación
No obstante, luego de reuniones entre representantes de EE.UU. y Colombia, se detuvo la entrada en vigencia de la normativa que afecta las importaciones de vehículos y las autopartes.
Es bueno decir que uno de los principales obstáculos de esta normativa es el certificado de desempeño de primera parte, un documento esencial para la homologación de vehículos. Mientras la Unión Europea y otros mercados permiten que este certificado sea emitido por un tercero, EE.UU. se basa en el principio de confianza del Tratado de Libre Comercio (TLC) y no lo expide, lo que imposibilita la importación de sus vehículos bajo las nuevas reglas.
El embajador John McNamara alertó que, de no resolverse este conflicto, las consecuencias podrían ser graves para el sector laboral y comercial. Según datos de El Tiempo, el mercado de importación de vehículos en Colombia mueve alrededor de 800 millones de dólares anuales, con marcas como Ford y Chevrolet (ambas de origen estadounidense) entre las más vendidas en el país.
«Esta no es una medida favorable para los trabajadores», declaró McNamara, refiriéndose al posible impacto en empleos vinculados a la distribución, venta y mantenimiento de vehículos norteamericanos.
Pero ¿qué marcas y carros se verían afectados de entrar en vigencia la norma? De acuerdo con informes de Fenalco y la Andi, las marcas más perjudicadas serían: Ford, Chevrolet y otras marcas estadounidenses como Jeep y Dodge
Esto podría generar desabastecimiento y aumento de precios en modelos que no cuenten con versiones bajo normativa europea. Y es que, aunque el gobierno colombiano insiste en que la medida busca mayor seguridad vehicular, la presión diplomática y empresarial podría acelerar ajustes en la regulación.
Algunas opciones sobre la mesa incluyen: ampliar los plazos para la transición a normas europeas, permitir excepciones temporales para vehículos clave en el mercado y negociar un acuerdo específico con EE.UU. para homologar certificados.
Paola Reyes Bohórquez.