China ordenó a sus fabricantes de carros no invertir en países que respaldan los aranceles de hasta el 45.3% en sus carros eléctricos. Aumenta la tensión.
China ha tomado una medida contundente contra los aranceles impuestos por la Unión Europea (UE) sobre sus vehículos eléctricos (EV). Así ha indicado a sus fabricantes, incluidos gigantes como BYD, SAIC y Geely, a frenar importantes inversiones en países europeos que votaron a favor de estos impuestos.
Este movimiento surge luego de que la UE estableciera aranceles de hasta un 45,3 % sobre los carros eléctricos chinos, una decisión que promete elevar las tensiones comerciales entre Pekín y Bruselas.
En una reunión celebrada el pasado10 de octubre por el Ministerio de Comercio de China, se sugirió a los fabricantes de automóviles que congelaran inversiones y evitaran negociaciones individuales con gobiernos europeos, en favor de un enfoque de diálogo colectivo.
Una respuesta contundente a los aranceles de la UE
La nueva directriz tiene como objetivo influir en futuras conversaciones con la UE, en un intento de buscar alternativas a los aranceles y evitar una caída significativa en las exportaciones de EV hacia Europa. Este mercado representa más del 40% de las exportaciones de autos eléctricos de China, y cualquier descenso en las ventas podría agravar la sobreproducción que actualmente enfrenta el sector automotriz chino en su propio país.
Entre los países que apoyaron la imposición de estos aranceles se encuentran Francia, Polonia e Italia, mientras que Alemania se posicionó en contra, y 12 miembros, incluido España, se abstuvieron. Esta división refleja las diferencias de intereses dentro de la UE, pues naciones como Alemania, con importantes lazos comerciales con China, no desean perjudicar sus relaciones económicas.
España, que se abstuvo en la votación, aseguró, hace poco, la inversión de una empresa china que destinará 1.000 millones de dólares para construir una planta de producción de máquinas de hidrógeno en su territorio. Por otro lado, Francia e Italia ahora enfrentan un dilema: la entrada de los fabricantes chinos representa una gran oportunidad económica, pero también supone una fuerte competencia con los asequibles carros eléctricos chinos que podrían invadir el mercado europeo.
Inversiones estratégicas
Siguiendo las recomendaciones de Pekín, SAIC ha comenzado a buscar ubicación para una fábrica de vehículos eléctricos en el ‘Viejo Continente’ y planea abrir un segundo centro de repuestos en Francia. Por su parte, BYD, que ya construye una planta en Hungría (un país que votó en contra de los aranceles), está evaluando trasladar su sede europea desde los Países Bajos a Hungría, debido a menores costos operativos y una postura más favorable hacia las empresas chinas.
Esta reorientación estratégica ya había comenzado a gestarse antes de las recientes directrices, ya que las empresas asiáticas enfrentan altos costos de operación y complejidad legal al intentar expandirse de manera independiente en Europa.
La decisión de China de limitar sus inversiones en Europa también está impulsada por un entorno global cada vez más hostil. Con aranceles del 100 % aplicados a los EV chinos por Estados Unidos y Canadá, Europa representa un mercado esencial para compensar las dificultades de acceso en América del Norte.
En este sentido, la congelación de inversiones podría tener un efecto considerable en la economía europea, ya que empresas como BYD y Geely están ahora dirigiendo sus inversiones hacia países fuera de la UE y hacia mercados que ofrecen mayores ventajas competitivas.
Paola Reyes Bohórquez. Con información de Reuters.