La Unión Europea aprobó la ley que impone altos aranceles a los carros eléctricos importados de China. El impacto va desde el 17,8% hasta el 45,3%.
La Comisión Europea realizó el pasado 4 de octubre la votación que decide el futuro de la importación de carros eléctricos chinos al continente. En esta,10 representantes apoyaron la iniciativa de aumentar los aranceles, mientras que cinco votaron en contra y 12 se abstuvieron.
Tras esta primera fase, sólo quedaba una última instancia legal para convertir el proyecto en ley. Finalmente, el proceso concluyó sin modificaciones, y la medida acaba de ser promulgada y publicada oficialmente.
En tal sentido, la ley establece impuestos adicionales por acusaciones de «dumping industrial», con aranceles diferenciados para los distintos fabricantes de autos eléctricos que provienen de China. Tesla, por ejemplo, verá un aumento del 7,8% en sus modelos fabricados en Shanghai. Por su parte, BYD deberá pagar un 17% adicional. Para el caso de Geely el alza es del 18,8%. Y, aquellos fabricantes que cooperaron durante la investigación de subvenciones, tendrán una carga adicional que se mantendrá en un 20,7%.
Las marcas más afectadas
Tras lo anterior, las marcas menos colaboradoras enfrentarán sanciones mucho más severas. Por ejemplo. el Grupo SAIC, al cual pertenece MG, se verá obligado a pagar un 35,3% extra en aranceles. Incluso HiPhi y otras compañías que no participaron en la campaña de investigación enfrentarán el arancel más alto, del 45%, que afectará en gran medida su competitividad en el mercado europeo.
Además, todos los automotores eléctricos chinos deben agregar a estas cifras un 10% adicional aprobado previamente. De acuerdo con Motor1, la nueva reglamentación será publicada hoy 30 de octubre en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrará en vigor el día siguiente.
Así las cosas, esta medida se mantendrá vigente por al menos cinco años, lo que genera un desafío para los importadores de carros eléctricos chinos, quienes ahora deben decidir si absorberán estos aranceles o los trasladarán al precio final del consumidor. Algunas marcas, como Tesla, ya habían anticipado esta situación aumentando el precio del Model 3 fabricado en su planta de Shanghái.
La medida podría impactar severamente en la industria de vehículos eléctricos en Europa y limitar la oferta de autos eléctricos asequibles. No obstante, es un claro intento de la Unión Europea por proteger su industria local frente a prácticas de comercio que considera desleales. Habrá que ver cómo se equilibran estos aranceles y si realmente conducen a un mercado más justo o a precios elevados que afecten al consumidor europeo.
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Paola Reyes Bohórquez.
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