Hoy recordaremos los taxis de la marca coreana y su protagonismo en la telenovela «Vecinos», emitida originalmente hace 13 años con gran éxito. Ahora, volvió a las pantallas de la televisión nacional en el horario de la tarde.
De alguna forma, la telenovela «Vecinos» se relacionaba con el tema de los automóviles. Más específicamente con los taxis Hyundai, en una época en que la marca coreana dominaba con holgura ese segmento con sus «zapaticos»: finales de la década del 2000.
Escrita por Ana Fernanda Martínez, Carlos Fernández de Soto, Andrea López Jaramillo y Fernando Pérez, esta producción de Caracol Televisión se transmitió por primera vez entre septiembre de 2008 y octubre de 2009 en horario «Prime Time», marcando un rating promedio de 14,3. Los roles protagónicos estaban a cargo del genial actor Robinson Díaz y la bellísima Flora Martínez.
Allí también participaron Fernando Solórzano, Sara Corrales, Alexandra Restrepo, Luis Mesa, Christian Tappan, la fallecida Adriana Campos y los primeros actores Alberto Saavedra y María Margarita Giraldo, recordada por su papel de «Doña Ruca». Tras una retransmisión en 2011, regresó hace poco a las pantallas para reemplazar a «Prevención y Acción» y antes de este, a «Tu Voz Estéreo».
Síntesis
«Vecinos» trata la historia de Óscar Leal (Robinson Díaz), un carismático taxista amante de la rumba nocturna y los éxitos bailables clásicos, molesto para muchos de sus vecinos de barrio por el alto volumen de sus fiestas. Está enamorado de Jessica Morales (Sara Corrales), una bella mujer que lo desprecia por su condición económica.
Óscar vive bajo el mismo techo con su estricta y malhumorada madre, Ruca del Socorro Leal (María Margarita Giraldo). Henry Jonás Patarroyo (Fernando Solórzano) es consejero y gran amigo de parrandas. Óscar trabaja para la cooperativa «Rapitaxi», dirigida por Gervasio Arcesio Rodríguez (Alberto Saavedra), quien le amenaza con quitarle el taxi por no cumplir con el producido diario.
En un recorrido conoce a Tatiana Gómez (Flora Martínez), una dama de alta posición social con la que luego sostuvo una relación amorosa. Por azares del destino, Óscar gana el premio mayor de una lotería, monto invertido en un taxi nuevo «con todos los lujos» y un apartamento para su mamá en el lujoso edificio Fontainebleu.
Por consejo de su propia madre y para alegría de sus vecinos, Óscar se muda al nuevo apartamento, casualmente colindante al de Tatiana. Allí mantiene su modo de vida fiestero, originando conflictos con nuevos vecinos que además lo rechazan por su origen humilde. Con el tiempo, se fue ganando el afecto de algunos de ellos.
Por otra parte, Tatiana era pretendida por Rodolfo Castañeda Brigard (Luis Mesa), gerente de la inmobiliaria donde Óscar compró el apartamento. El empresario era también amante de Jessica, quien a su vez, trabajaba como su secretaria en la empresa.
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Contexto
En 2008, el controvertido empresario Carlos Mattos era dueño de Hyundai Colombia Automotriz (HCA), cuyo negocio parecía marchar sobre ruedas. Era la tercera marca más vendida en el país y lideraba en los importados. De hecho, la operación local era reconocida por la casa matriz como la segunda más rentable de América Latina, luego de la chilena.
Hyundai entregó en ese año 21.492 vehículos con una participación del 9,9%. Los Hyundai particulares más vendidos fueron los subcompactos Accent Vision y Getz, con 2.636 y 1.548 unidades, respectivamente. También fueron exitosos el SUV Tucson con 2.248 autos, y el novedoso citycar i10, que aportó 2.126 carros.
Aprovechando este buen momento comercial, HCA patrocinó la telenovela «Vecinos». En algunas escenas se escucha a los personajes pregonar las virtudes de los taxis Hyundai, y de hecho, sus concesionarios más importantes fueron escenario de ciertos pasajes de la producción.
El papel estelar de los taxis Hyundai
1. HYUNDAI CITY TAXI
En el cabezote de «Vecinos» aparece un Hyundai City Taxi, basado en el citycar Santro y estrenado en 2004. Era una actualización profunda del Atos develado cinco años antes, con la que su producción pasó de Corea del Sur a India.
En 2008, este pequeño vehículo vendió 8.400 unidades liderando el segmento de taxis, compitiendo con los Kia Ekotaxi II (Picanto) y Chevrolet Spark 7:24 Chronos.
Por entonces, el comprador de un Hyundai City Taxi debía desembolsar $26.500.000, unos $43,1 millones actuales sin cupo. Además, competía con algunas referencias de origen chino como Chery QQ 308, Changhe Ideal y BYD Flyer Taxi, que tuvieron ventas muy discretas.
El taxi de Óscar era inconfundible por sus accesorios, como deflector delantero y las viseras con la bandera de Colombia en las ventanas, una figura de flamas sobre el guardafangos delantero, barras de techo con canasta y unos lustrosos rines de aleación de 13 pulgadas. No faltaba el letrero «Colombia es una nave» en el panorámico, y el sobresaliente ‘babero’ frontal Xtreme.
Detalles del vehículo
Con ópticas y parrilla de gran tamaño, el Hyundai City Taxi tenía un habitáculo muy austero pero vanguardista y con buenos acabados. En sus ocho años de vida comercial tuvo muy pocas modificaciones, como la adición del tacómetro en 2006 y su nuevo volante en 2009.
El equipo era muy básico: bumper en color carrocería, preinstalación de radio con cuatro parlantes, vidrios y espejos manuales, consola central con portavasos, bandeja cubreobjetos en el baúl, desempañador trasero y rines de acero de 13 pulgadas con copa central.
Su impulso venía de un motor aspirado Épsilon (G4HC) de tres cilindros e inyección multipunto, con 1.0 litro y 12 válvulas, 55 hp de potencia a 5.500 rpm y 81 Nm de torque a 3.000 rpm.
Se unía a una caja manual de cinco velocidades con relaciones de montaña, ideal para trabajar en Colombia. Siempre fue reconocido por el gremio taxista gracias a su fortaleza mecánica y economía en su operación y mantenimiento.
2. Hyundai Super Pony Taxi (Accent Vision)
En 2006 debutó a nivel local el Hyundai Accent Vision, tercera generación de este auto. Un año después llegó su variante taxi Super Pony, disponible en las vitrinas nacionales hasta 2011.
Producido en Corea del Sur, vendió en 2008 un total de 994 unidades compitiendo con los Chevrolet Taxi Power (Corsa), Kia Taxi 5-5 (Rio Stylus ecuatoriano) y Renault Citius (Symbol). Costaba $32.000.000 de la época, unos $52 millones actuales.
Una vez Óscar tuvo suficiente dinero logró comprar su taxi nuevo. Precisamente, un Super Pony GL con motor 1.4 y detalles adicionales como luces estroboscópicas, rines cromados de 15 pulgadas con llantas de perfil bajo, pinzas y tambores de freno en amarillo, luces exploradoras originales de la marca y punta cromada en el escape.
Adentro se instalaron enormes parlantes en el baúl, con su respectivo sistema de audio de alta potencia y tapizados de cuero artificial con el logo de la marca bordado en los apoyacabezas delanteros. Óscar menciona que su carro tiene aire acondicionado y vidrios eléctricos, lo que no se aprecia en las escenas.
Detalles del vehículo
El Hyundai Accent de tercera generación, al que correspondía el modelo Vision, lucía más robusto al exagerar un poco las formas redondeadas. Mejoró la calidad percibida al interior, con plásticos duros en tonos negro y gris claro.
La versión GL tenía tapicería en paño, desempañador trasero, preinstalación de radio con cuatro parlantes y rines de acero de 14 pulgadas. El GLS sumaba vidrios y espejos eléctricos, bloqueo central, dirección de asistencia eléctrica y manijas de puertas en ‘body color’.
El motor base era un Alpha II de 1.4 litros, cuatro cilindros e inyección multipunto, con 16 válvulas. Entregaba 95 hp a 6.000 rpm y 125 Nm de torque a 4.700 rpm. El modelo GLS tenía un motor 1.6 con 110 hp a 6.000 rpm y 146 Nm de torque a 4.500 rpm. En ambos casos, se asociaban a una caja manual de cinco velocidades.
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Textos e investigación: Fabián Rojas Castañeda.
Edición y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
Fotografías: Caracol Televisión, Mercado Libre/Tu Carro, Archivo EL CARRO COLOMBIANO.
