Mercedes-Benz contó la historia de su auto pionero en la movilidad eléctrica, y no es tan reciente. El sedán 190 E Elektro fue en 1990 uno de los primeros experimentos de la marca, en probar sistemas de propulsión eléctricos.
Presentado en la Feria de Hannover, Alemania, el Mercedes-Benz 190 E Elektro fue el primer prototipo de vehículo eléctrico con el cual experimentó la marca germana. De este mismo modelo, fueron unos 12 ejemplares lo que se sometieron a pruebas entre 1992 y 1996 en la isla de Rügen en el Mar Báltico.
El Mercedes-Benz 190 fue originalmente fabricado en 1982 y 1993, y reconocido también con la referencia W201 y popularmente llamado «babybenz». Entra a hacer parte del programa piloto de vehículos eléctricos por ser un modelo adaptable en fisionomía y capaz de equipar las baterías probadas en ese entonces.
La aparición del 190 E Elektro en mayo de 1990 en Hannover no fue la única, ya que en la edición 1991 del Salón del Automóvil de Ginebra se presentó una versión más avanzada del mismo. Posteriormente en 1992 comenzaría las pruebas de ruta financiada por el gobierno alemán.
Pruebas
Mercedes-Benz no era en único que experimentaba en esa época con la movilidad eléctrica. Teniendo en cuenta el apoyo gubernamental fueron cerca de 60 vehículos de diferentes tipos y marcas los que se vieron involucrados. Sin embargo, ninguno de los modelos paso más allá de ser un prototipo.
En el periodo que los experimentos se mantuvieron activos (1992-1996), el Mercedes-Benz 190 E Elektro recibió modificaciones importantes para adaptarse a las condiciones electrificadas. Para el modelo 1990, se le fue instalado un paquete de baterías de sodio y níquel o sodio y sulfuro.
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En la versión 1991 del sedán eléctrico de pruebas, la tecnología ganó avances y esta vez fueron acoplados dos motores eléctricos de imanes permanentes. Entregaba una potencia de 21 caballos cada uno, y combinados llegaba a 43 caballos. Se le abona contar en ese tiempo con frenada regenerativa.
Circuito
Los vehículos cumplían sus jornada de pruebas en un circuito destinado exclusivamente para tal fin, ubicado en la isla de Rügen. Allí el objetivo era someterlos a viajes de conducción en entornos reales para comprobar cuántos ciclos resistía el paquete de baterías, y el rango y causas de deterioro.
Una unidad del 190 E Elektro, alcanzó a recorrer 100.000 kilómetros en un año, y la pista incluso con estaciones de recarga alimentadas de energía solar. En comparación con el modelo de combustión, este ganó en general solo 200 kilogramos de peso, soportado en un resiste chasis.
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A pesar el interés y los esfuerzos realizados en los años 90, los proyectos de electrificación en los vehículos no pasaron de las pruebas. Pero sin duda abrieron el camino para la tecnología ‘cero emisiones’ que conocemos hoy y que cada día es más frecuente y demanda en los aspectos de movilidad.
Hablando específicamente del Mercedes-Benz, su modelo 190 E Elektro se puede considerar el referente de la línea EQ actual de la marca alemana, que se dedica al desarrollo de sus modelos electrificados. Un predecesor que marcó la historia en su momento.
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Jessica Paola Vera García.
