Con una autonomía de 100 kilómetros y un sistema motriz rudimentario, el Fiat Cinquecento Elettra fue en 1991 un interesante ensayo de auto urbano eléctrico. Es el antepasado directo del nuevo 500 eléctrico que debutó hace unas semanas.
¿Que un pequeño carro eléctrico fue exitoso en los años 90? Parece mentira, pero así fue. Hace 29 años, hablar de carros eléctricos era algo casi de ciencia ficción. A pesar de muchos intentos a través de la historia, para 1991 aún no se había desarrollado una tecnología realmente viable para masificar este tipo de vehículos. Sin embargo, el Fiat Cinquecento Elettra lo intentó.
Basado en el city car que la firma italiana vendió en aquella década, y que en ese tiempo buscó ser una interpretación moderna del clásico Fiat 500, del que tomaba su nombre y dimensiones. Debutó en diciembre de 1991 y se vendió entre 1992 y 1998. Sus versiones a combustión llevaban un motor de 0.9 litros y 40 caballos de potencia.
Pero el modelo eléctrico, que en ese momento fue más que nada un experimento, logró un suceso inusitado para un carro de sus características. Más aún teniendo en cuenta que su precio de venta triplicaba al de un Cinquecento equivalente con motor a gasolina.
Un buen intento
Claro, las especificaciones del Fiat Cinquecento Elettra distaban mucho de lo que ofrece el Fiat 500 eléctrico de nueva generación. Contó con un motor eléctrico de 19 caballos de potencia a 2.500 rpm, y torque de 35 Nm, alimentado por dos juegos de baterías. Estas podían ser de ácido de plomo, como las baterías convencionales de cualquier carro, o de Niquel Cadmio, más livianas.
Sus prestaciones eran igualmente limitadas. El conjunto mecánico entregaba una velocidad máxima de 85 km/h, y sus baterías permitían una autonomía de hasta 100 kilómetros por carga. Algo muy similar a lo que se obtiene en un Renault Twizy actual. En cuanto a la recarga, tomaba ocho horas en un enchufe convencional.
Para su promoción, Fiat implementó un sistema de autos compartidos en una plaza de Roma, por lo que puede considerarse que el Cinquecento Elettra fue un pionero de este sistema, hoy muy común en Europa. Así mismo, clientes corporativos, centros comerciales y servicio público fueron asiduos clientes del vehículo.
Toda una familia
Pero el Fiat Cinquecento Elettra no fue el único modelo eléctrico que la firma vendió por aquel entonces. Entre 1990 y 2002, la marca vendió tres referencias con esta tecnología, todas bajo la familia Elettra: Panda, Cinquecento y Seiscento. Fue una gran apuesta en la que buscó impulsar este tipo de movilidad, a pesar de las limitaciones que suponía.
Con todo, el proyecto nunca alcanzó los niveles de rentabilidad esperados y en 1998, Fiat tomó la decisión de abandonar esta gama. Se concentraron entonces en modelos a combustión, más modernos y eficientes. El primer modelo nacido bajo esa premisa fue la segunda generación del Panda, que apareció en 2003.
No volvió a haber un Fiat eléctrico hasta 2012, cuando debutó el Fiat 500e, variante eléctrica derivada del 500 con 111 caballos de potencia y 200 Nm. Sin embargo, solo se vendió en Estados Unidos y tuvo muy poco éxito comercial, especialmente en razón a su limitada autonomía de 160 kilómetros por carga.
En últimas, el 500e salió del mercado y la compañía, ya como Fiat-Chrysler, se embarcó en un nuevo proyecto 100% eléctrico. Hace un mes lo conocimos como la ya mencionada nueva generación del Fiat 500, que con 118 caballos de potencia y una autonomía de 320 kilómetros, es la nueva apuesta ‘cero emisiones’ del fabricante italiano.
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Óscar Julián Restrepo Mantilla.