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Desde junio de este año comenzó el proceso de renovación de flota asociado a las fases I y II del sistema Transmilenio. Los nuevos buses, que terminarán de llegar en agosto de 2020, no han estado exentos de controversia ambiental.
Mucho se ha hablado a lo largo del año sobre la entrada de nuevos buses al sistema Transmilenio. El debate se reavivó este mes de cuenta de la llegada, por oleadas, de un nuevo lote de 330 buses, de los cuales 96 articulados y 58 biarticulados entrarán el próximo 12 de octubre.
Aunque los 1.441 buses que estarían llegando a Bogotá desde junio pasado hasta agosto de 2020 son proporcionados por Volvo y Scania, el debate se ha centrado en su tecnología de propulsión: 741 a gas natural con estándar Euro VI y 700 a diésel con estándar Euro V.
Si bien la Alcaldía Distrital asegura que estos nuevos vehículos reducirán en un 95 % las emisiones de la flota de Transmilenio, para muchos es un fallo no contar con buses eléctricos. No obstante, es poco lo que se sabe sobre las características técnicas de estos BTRs, por eso en EL CARRO COLOMBIANO traemos los datos.
La propuesta de Volvo
La casa sueca fue la encargada de proveerle a Transmilenio 700 buses nuevos propulsados por diesel con estándar Euro V. De estos 298 son articulados y 402 biarticulados, ambos impulsados por un motor DH12E de 12,1 litros, 340 caballos de potencia y 1.700 Nm de torque.
Este, entre otras cosas, es turboalimentado y tiene Intercooler. Equipa unidades de inyección independientes, 6 cilindros en línea, 4 válvulas por cilindro, árbol de levas en la culata, autoprotección contra sobrecalentamiento y sensores de incendio interno.
Puede venir acoplado a dos tipos de caja dependiendo del tamaño del bus (uno mide 18,83 m y el otro 26,27 m). Ambas automáticas con convertidor de torsión pero una de 4 marchas y la otra de 6, totalmente sincronizadas.
Adicionalmente, los vehículos equipan dirección hidráulica integral, suspensión neumática de control electrónico con cámaras de aire tipo fuelle, controladas por sensores de nivel. Amortiguadores de doble acción y barras estabilizadoras y de reacción.
Los frenos, por su parte, son de disco/tambor en todos los ejes y usan ABS, control de tracción, frenado de emergencia y sensor de desgaste en las pastillas.
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La dupla de Scania
La también sueca, especialista en pesados, diseñó un conjunto mecánico totalmente diferente para cada tipología de bus de Trasmilenio. Es decir que los 179 articulados son diferentes desde el motor hasta la caja en comparación con los 402 biarticulados, aunque ambos sean a gas.
El articulado, con chasis K320 IA 6×2, equipa un motor OC 09 106 con 9.300 cc de cilindrada, 320 caballos de potencia y 1.500 Nm de torque. Todo esto acoplado a una caja ZF Ecolife, automática, con control de caja ZF4.
Por su parte, el biarticulado montado sobre la plataforma F340 HA 8×2 se propulsa gracias a un motor OC 109 2, también de 9.300 cc de cilindrada pero con 340 caballos de potencia y 1.600 NM de torque. Para manejarlo, los conductores de Transmilenio cuentan con una caja automática Allison con sistema de control Allison+5.
Entre los rasgos que comparten ambas opciones se cuentan las suspensiones neumáticas en todos los ejes y el sistema de frenos de tambos con ABS.
Un sistema más eficiente
Con la llegada de los nuevos buses, Transmilenio ha visto hasta ahora un incremento de más del 5 % en los usuarios diarios del sistema. Adicionalmente, cuando terminen de llegar los vehículos en agosto del próximo año, la capacidad de la red aumentará en un 42 %.
Vale la pena recordar que con la renovación de la flota entró a funcionar desde el 30 de septiembre la ruta B44-G44 que funciona desde la estación San Mateo en Soacha y el Portal del Norte. De igual manera, el recorrido Ruta Facil 7 agregó paradas en Comuneros y Santa Isabel.
En todos los casos se trata de buses para 250 y 150 pasajeros, con disposición lateral para las sillas en vez de frontal y entre 13 y 11 cámaras de seguridad, dependiendo del tamaño del bus.
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