De un carro de Xiaomi podemos esperar un alto nivel de tecnología. Aún así, la marca quiere complacer a los clientes más tradicionales.
En su momento de auge las pantallas digitales instaladas abordo de los vehículos suponían una gran innovación tecnológica, que facilitaría la gestión de las funciones. Pero, en algunos casos se volvió un ‘dolor de cabeza’. Xiaomi con su reciente sedán 100% eléctrico SU7 acaba de presentar una solución que podrá hacer feliz a todo tipo de clientes.
Por un lado, los que están al día de las últimas tendencias tecnológicas y logran manejar hábilmente las funciones desde la pantalla multimedia. En el otro lado están los que prefieren gestionar ciertas funciones específicas con botones físicos, por la facilidad al manipularlos. Así mismo, es una estrategia para estar en regla con las normativas de seguridad.
Esto lo decimos porque estudios han demostrado que distraerse con el uso la pantalla de abordo representa un riesgo para la seguridad de conductor y pasajeros. Incluso, Euro NCAP dijo que la actualización de su próximo protocolo, vigente a partir de 2025, restará puntos a los vehículos que se excedan con la implementación de comandos táctiles.
Xiaomi SU7 tiene la solución
En este sentido Xiaomi quiere que su nuevo y primer modelo en el mercado automotor no ‘discrimine’ a ningún tipo de público. Si bien el SU7 se estrenó con un panel frontal totalmente digitalizado y una gran pantalla central con todas las funciones del vehículo incorporadas, se dio cuenta de la situación problemática de los botones a tiempo, e ideó una solución.
Ahora, si el cliente a la hora de hacer su compra no considera viable usar los comandos táctiles de tiempo completo, Xiaomi le ofrece como opción un puerto de botones físicos que se adhiere magneticamente a la pantalla multimedia y se conecta para operar las funciones de una manera más tradicional. El artefacto también incluye un perilla giratoria clásica.
Los fabricantes chinos nos sorprenden todos los días. Un invento muy ingenioso y práctico que resuelve rápidamente la discordia entre pantallas y los botones. A las marcas tradicionales les tomó más tiempo y trabajo responder a las sugerencias de los usuarios.
Por ejemplo, Volkswagen. El fabricante alemán tuvo que rediseñar el panel frontal del Golf para reincorporar botones físicos, después de que el hatchback fue criticado por la complejidad en el manejo de las funciones de forma táctil. Los cambios se vieron reflejados dos años después.
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Jessica Paola Vera García.
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