Entre las novedades anunciadas por Fiat en las últimas horas se encuentra la de la desaparición de los modelos 500X y 500L, que abrirían paso al Fiat 500XL, un SUV más grande y eléctrico.
La evolución parece no detenerse para el Fiat 500. Hace unos meses hablábamos de la nueva generación eléctrica del icónico modelo compacto, e incluso de las novedades de la versión SUV, que ahora podría pasar de ser el 500X al 500XL.
Es que, todo parece indicar que el futuro del único SUV de la marca italiana no estaría en una nueva generación, sino en la fusión con su hermano menor, el monovolumen 500L, para ofrecer una camioneta aún más grande.
Se trata de una decisión extraña si se tiene en cuenta que el 500X es uno de los vehículos más exitosos de la marca y de su segmento, con 89.361 unidades vendidas en Europa en 2019. Quizá la idea de Fiat es, precisamente, capitalizar en ese logro para explorar nuevos mercados.
Tiene sentido
La idea de un Fiat 500XL, que además sería eléctrico, fue dada a conocer esta semana por el CEO de la compañía, Olivier Francois, quien explicó que se trata de la posibilidad más factible cuando llegue la hora de darle un cambio de generación a los modelos.
Después de todo, el primero es un SUV compacto con algunas capacidades todoterreno y el segundo cuenta con una plataforma versátil, con capacidad para acomodar hasta siete pasajeros e, incluso, un paquete de baterías.
Además, parece ser que se matarían dos pájaros de un tiro: El problema con el 500L es que los monovolúmenes están perdiendo terreno, “no están de moda”, mientras que los SUV no paran de crecer, por lo que darle una carrocería de este tipo a un chasis con dichas capacidades parece la opción más lógica.
¿Otros motivos?
Más allá de que el 500L tiene un cuerpo particularmente versátil, con un uso muy urbano ideal para la electrificación, y de que el 500X tiene alta aceptación y capacidades, la fusión también significaría un alivio para Fiat.
Es fácil inferir que, al darle vida al Fiat 500XL los italianos terminan reduciendo la gama, lo que, luego de ajustar el diseño, la mecánica y la fabricación, puede resultar en un ahorro en términos de costos operativos y de producción.
No obstante, y si bien parece una decisión prácticamente tomada, cabe recordar que el 500L recibió un Facelift en 2018, mientras que el 500X lo tuvo en 2019, por lo que quedan entre tres y cuatro años para ver la posible fusión entre ambos.
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