El Gobierno alista una norma para reactivar el esquema de chatarrización «uno a uno» en ciertos vehículos. Aconauto advierte sobre riesgos económicos y ambientales.

El Ministerio de Transporte, bajo el gobierno de Gustavo Petro, estaría preparando una modificación al Decreto Único Reglamentario del Sector Transporte para revivir el esquema de reposición «uno a uno»en vehículos de carga, una medida que busca retirar de circulación unidades antiguas por otras más modernas y menos contaminantes.

Sin embargo, el gremio de concesionarios Aconauto ha manifestado su rechazo, argumentando que esta política ha demostrado ser ineficiente en el pasado y podría generar distorsiones en el mercado automotor.

De acuerdo con la agremiación, el modelo de chatarrización 1 a 1 ha provocado una valorización artificial de los vehículos usados, incentivando prácticas irregulares y generando intereses indebidos en su gestión. Además, critican que la nueva norma incluiría un aporte obligatorio del 25% del valor comercial del vehículo al Fondo para la Promoción de Ascenso Tecnológico, FOPAT, lo que encarecería la compra de unidades nuevas y desincentivaría la renovación del parque automotor.

Alternativas a la propuesta

«Esta reforma no solo no soluciona el problema, sino que lo agrava, porque mantendría en circulación vehículos obsoletos y contaminantes, afectando tanto la reactivación económica como la sostenibilidad ambiental», señaló Aconauto en un comunicado.

En tal sentido, frente a la posible reactivación del esquema, Aconauto presentó una serie de propuestas para modernizar el transporte de carga sin recurrir a medidas que consideran contraproducentes. Entre ellas se destaca el eliminar el modelo de reposición 1 a 1, por considerarlo ineficaz y generador de especulación en el mercado de usados.

A estas acciones se suman el implementar incentivos reales para la renovación del parque automotor, con planes de financiación accesibles y beneficios fiscales; restablecer la tabla de valores de fletes, para garantizar rentabilidad justa a transportadores y evitar distorsiones en los costos operativos; y, finalmente, fortalecer la fiscalización institucional, asegurando el cumplimiento de las normas y evitando abusos en el sector.

El gremio argumenta que, en lugar de reactivar un sistema que ya ha fallado, se debe promover una transición hacia tecnologías más limpias, con políticas que faciliten la compra de vehículos nuevos y eficientes.

Parque automotor viejo

Para contextualizar, de acuerdo con datos de la Andi en 2024más del 40% del parque automotor de carga en Colombia tiene más de 20 años de antigüedad, factor que no solo aumenta la contaminación ambiental, sino también los riesgos en seguridad vial. Y es que, aunque el gobierno ha intentado impulsar la renovación con medidas como exenciones tributarias y subsidios, los gremios insisten en que se necesitan estrategias más efectivas.

Hay que indicar que en países como México y Chile, los programas de chatarrización han funcionado con esquemas flexibles y subsidios directos, logrando una renovación más acelerada. No obstante, en Colombia, la falta de financiamiento y los trámites burocráticos han frenado estos esfuerzos.

Por todo lo anterior, es válido decir que la intención del gobierno de reducir la contaminación y modernizar el transporte de carga es excelente, pero, para los gremios, reactivar un modelo que ya mostró fallas parece un error. Así, las dos partes deberían explorar alternativas para hacer más asequible la compra de vehículos y actualizar el parque automotor en este segmento.

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Paola Reyes Bohórquez.