Industria

Volvo lanzó vehículos desde una grúa a 30 metros de altura para probar su resistencia

Volvo realizó unas interesantes pruebas para evaluar a sus últimos modelos. Como parte del experimento un grupo de especialistas estudiaron cómo deben hacerse los rescates cuando un vehículo acaba de colisionar.

Varias compañías automovilísticas se han encargado de realizar sus propias investigaciones sobre el funcionamiento de los sistemas de seguridad con los que equipan a sus vehículos. Especialmente para diseñar  pruebas especificas que le permitan a los servicios de rescate diseñar estrategias para atender este tipo de situaciones.

Dicho esto, la compañía sueca decidió ir un paso más allá en las pruebas para evaluar la resistencia de sus nuevos carros y realizó un interesante ‘espectáculo’. Se dejaron caer 10 vehículos de una grúa a más de 30 metros de altura.

Ahora bien, el simulacro se realizó para ayudar a los equipos de rescate a probar, medir y perfeccionar sus métodos de extracción en vehículos modernos. Estos se producirán de manera diferente a los modelos  que suelen utilizar los especialistas.

Detalles de las pruebas

Es la primera vez que Volvo realiza este tipo de pruebas, lo cual fue un verdadero reto para todo el equipo especialmente para los rescatistas. El objetivo es acceder y sacar a las personas que tienen accidentes automovilísticos más rápido, junto con las mejores practicas y herramientas correctas.

La caída de los modelos se realizó a 30 metros, simulando accidentes extremos, de alta velocidad o choques entre dos vehículos de tamaño diferente. Esto se realizó con el fin de utilizar autos para estudiar y mejorar las estrategias de rescate, rastreando las presiones, fuerzas y tiempo necesario por cada técnica.

Respecto al tema, Håkan Gustafson, responsable del equipo de investigación de accidentes de tráfico de Volvo Cars, comentó que: “eso es porque tenemos el mismo objetivo: lograr carreteras más seguras para todos. Esperamos que nadie tenga que sufrir los accidentes más graves, pero no todos pueden evitarse. Por eso es fundamental que existan métodos para ayudar a salvar vidas cuando suceden los accidentes más graves”.

Es importante mencionar que los vehículos utilizados se desarrollaron de manera diferente, es decir, con otros materiales de resistencia y estándares de seguridad que los modelos antiguos. Esto representó nuevos desafíos para el equipo de rescate debido a que se enfrentó a una variedad de años, modelos y marcas.

Antes de realizar las pruebas, los especialistas en seguridad hicieron cálculos exactos sobre la presión y fuerza a la que debía estar expuesto cada vehículo para alcanzar el nivel de daño deseado. Los resultados obtenidos se recopilaron en un extenso informe que estará disponible de forma gratuita para los trabajadores de rescate en Suecia y quizás en el resto del mundo.

 

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Sandy García Tarazona.

 

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