Las casas hermanas tendrán que frenar la producción de al menos cuatro de sus modelos.
Desde finales del año pasado venimos escuchando cada vez más historias de marcas que, afectadas por la escasez de microchips, se ven en la obligación de frenar la producción de algunos de sus modelos. Es el caso de Volkswagen y SEAT, que este jueves anunciaron medidas al respecto.
Antes de entrar en materia, es importante recordar que se trata de un efecto derivado de la pandemia del Covid-19, pues la demanda de estos pequeños componentes superó con creces a la capacidad de producción que se tenían los fabricantes de los mismos durante los periodos de aislamiento.
Valga señalar que, por demanda, no sólo se habla de la que requieren los automóviles para cubrir sus sistemas electrónicos, sino también de aquella que se exacerbó en el encierro por equipos como computadores y teléfonos inteligentes que requieren de esos mismos microprocesadores.
El caso Volkswagen
Ante ese panorama, y teniendo en cuenta que los expertos aseguran que la crisis de los microchips se solucionará para finales de este año, Volkswagen acaba de anunciar que clausura, temporalmente, la producción del Volkswagen ID.3 Pure y del Volkswagen Golf TSI de 90 HP.
La medida, aseguró la marca, aplica inicialmente para los pedidos en Alemania, que volverán a abrirse en 2022, siempre y cuando el problema encuentre solución. De igual manera, no afecta aquellas solicitudes que ya estén hechas, en ambos casos, sobre las versiones de entrada de esos modelos.
Valga señalar, entonces, que de acuerdo con la propia marca, sólo entre el 2 y el 3 por ciento de los compradores del Golf buscan hacerse con una versión de entrada, por lo que sus ventas no se verán tan afectadas. Eso sí, el hecho de que el cierre sea para Alemania dice mucho sobre el mercado que tienen ambos autos en ese país.
SEAT también
Luego está el caso de una de las casas hermanas de los alemanes, SEAT, que también está teniendo problemas de microchips en su planta de Martorell, en España. Esto implica afectaciones en el desarrollo de los modelos León y Cupra Formentor
De acuerdo con el portal Motorpasión, los problemas serán más visibles a partir del 20 de agosto en la línea 2, que de todos modos estaba programada para detener operaciones el 31 de este mismo mes. Algo similar pasaría, para esas fechas con la línea 1, que da salida a los Arona e Ibiza.
De esta manera, se ponen en duda los planes que tenían los jefes de la fábrica de emplear agosto, un mes que usualmente se dedica al tiempo de vacaciones, para ponerse al día con los retrasos en la producción de cerca de 24.000 autos, de cuenta tanto de la pandemia como de la escasez de microprocesadores.
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