Entre los propuestas para hacer más llevadera la transición de autos a combustión a eléctricos, Toyota y Exxon aparecen.
Toyota comenzó a trabajar en colaboración con la gran multinacional petrolera ExxonMobil, en el diseño, fabricación y prueba de una gasolina que promete reducir ampliamente las emisiones de contaminantes en los vehículos. Todo en pro de avanzar hacia una movilidad sostenible.
La fórmula no es nada parecido a las alternativas a los vehículos eléctricos a batería, tales como hidrógeno o combustibles sintéticos. Este nuevo combustible que se propone, se asemeja a la gasolina tradicional, pero con componentes más eficientes y ‘ecológicos’.
El proyecto fue dado a conocer por Andrew Madden, corporativo de Exxon. Una de la principales justificaciones que dio sobre este combustible, es que los usuarios podrán reducir las emisiones de sus vehículos sin tener que cambiarse a un auto eléctrico forzadamente.
Hay esperanza para la gasolina en medio de la imparable electrificación
Mientras algunos fabricantes automotrices corren apresuradamente la carrera de la electrificación de los vehículos y la movilidad, otros no tanto. Entre estos últimos está Toyota, que siempre ha manifestado sus dudas sobre los eléctricos, aunque ha tenido que adaptarse.
Si bien está impulsando una gama ‘cero emisiones’ a batería, también está haciendo grandes esfuerzos por explorar campos alternos. Uno de estos es el hidrógeno y ahora este proyecto de ‘gasolina ecológica’ junto a Exxon, que ayudaría a perdurar los autos a combustión interna.
No se trata un de combustible sintético o e-fuel, como en el que trabaja Porsche, el cual se crean con una fórmula química y física a partir de CO2, diferente a la de Toyota y Exxon. Según las declaraciones la nueva gasolina usa materias primas más limpias.
Entre estas se menciona el uso de biomasa renovable y etanol generado en procesos ‘más limpios’. No hay más detalles de su composición, pero promete que puede reducir en un 75% las emisiones de carbono comparado con la gasolina tradicional.
Apuntes sobre el tema
La introducción masiva de los vehículos eléctricos aún supone un gran retro, especialmente en el precio de venta en el mercado, directamente proporcional a costos de producción más elevados. La posibilidad de que los combustible sean optimizado, suena como una salvación.
Se generaría un escenario donde la transición inminente a la electrificación sea más llevadera, más consciente y de calidad y no habría incertidumbre en los usuarios a los que para un auto EV, no les alcanza. E incluso, para los que los autos se tratan de una experiencia más orgánica.
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Jessica Paola Vera García. Vía: Automotive News