Se trata de importantes proveedores chinos que le venden a fabricantes de autos.
La escasez de microprocesadores sigue siendo una de las grandes coyunturas de 2021. Si bien se trata de una problemática que está afectando a distinta industrias como la de dispositivos tecnológicos y automotriz, algunos fabricantes de esos pequeños componentes se las arreglaron para beneficiarse de forma cuestionable.
Tanto, que sacó a relucir una de las caras más oscuras del mercado actual: la de los sobrecostos por demanda. Así quedó demostrado en las últimas horas, luego de que se conociera que tres jugadores de la industria en china recibieron multas por comercializar sus productos a precios injustos al sector automotor.
Eso, en un contexto en el que se espera que la crisis continúe por lo menos hasta finales de este año, claramente en menor medida, pero acarreando profundos problemas para todos las industrias que dependen de estos pequeños chips.
El problema
De acuerdo con un reporte del periódico chino South China Morning Post, las empresas acusadas de incrementar hasta 40 veces el precio de sus productos son Shanghai Cheter, Shanghai Chengsheng Industrial, y Shenzhen Yuchang Technologies.
Estas recibieron una multa conglomerada de 2.5 millones de yuanes, que se traducen en 387.870 dólares estadounidenses o $1.488 millones colombianos por parte de la Administración Estatal de Regulación de Mercados.
De acuerdo con dicha entidad, el castigo se da en el marco de una iniciativa lanzada en agosto para detectar prácticas de acaparamiento de microchips. Esto llevo a descubrir que las tres marcas estaban incrementando hasta en un 4.000 % los precios a los que les vendían estos componentes a los fabricantes de autos.
Consecuencias
A raíz de la situación, el organismo regulador chino emitió un comunicado en el que asegura que los precios de esos tres fabricantes de microchips, los principales del país, superaban con creces el margen de un incremento de entre el 7 y el 10 % que se permite bajo condiciones balanceadas de oferta y demanda.
Lo que es más, el alza desproporcionada en los precios obligó a fabricantes de autopartes y de vehículos en general a comenzar a acaparar dichos procesadores en lo que se interpretó como una preocupante profundización del problema global de escasez.
Con todo, Administración Estatal de Regulación de Mercados señaló que «continuará prestando cuidadosa atención a los índices de chips, mejorar nuestros monitoreos de precios y suspender actividades ilegales como el acaparamiento y el alza de precios, para mantener el debido orden del mercado».
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