La presión generada por fortalecer las negociaciones comerciales entre Japón y EE.UU., está generando reacciones de las automotrices.
Alguna automotrices japonesas como Toyota y Honda podrían considerar vender en Japón, algunos de sus modelos inéditos que fabrican en Estados Unidos para el mercado estadounidense, como una maniobra para aliviar la presión generada por los aranceles de Donald Trump y fortalecer las negociaciones comerciales con el país norteamericano.
Si bien Japón ya logró que Estados Unidos redujera los impuestos para los vehículos japoneses que llegan importados, ahora los asiáticos deben tomar acciones que retribuyan esta decisión. La posibilidad de llevar vehículos desde EE.UU. a Japón fue una de las propuestas del gobierno estadounidense que ahora es evaluada por las marcas.
De antemano, no es una estrategia comercial fácil de implementar en el mercado japonés debido a sus características muy particulares donde predominan los vehículos súper compactos que se adaptan a las calles estrellas de las ciudades y el tráfico. Siendo, básicamente, las principales razones de la creación del kei car: su auto nacional.

¿Las camionetas y SUVs grandes se venderían en Japón?
Mientras tanto, los estadounidenses prefieren las camionetas y SUVs, y ese es el tipo de vehículo que las automotrices japonesas se han dedicado a diseñar y producir para este mercado. Modelos como Toyota Tundra y Honda Ridgeline, son los que podrían comenzar a ser exportados desde EE.UU. a Japón, pero, ¿les gustarán a los japoneses?
En realidad usar vehículos pequeños para movilizarse en las estrechas calles de las ciudades en Japón es prácticamente la única opción. Aunque en otros entornos donde hay más posibilidades, los vehículos grandes son atractivos para los comprados, e incluso, con la creciente tendencia de viajes para acampar podrían ser ideales.
Algunas voces de autoridad en la industria automotriz japonesa ya se manifestaron públicamente sobre el tema. Por ejemplo, Akio Toyoda, presidente de Toyota Motor dijo que, está dispuesto a importar algunos de sus vehículos más grandes fabricados en Estados Unidos. Pero también, hay otros puntos de vista.

Para Masanori Katayama, presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón, la importación de este tipo de vehículos es viable en un escenario donde los consumidores quieran comprarlos. «Si hay vehículos que son atractivos para los consumidores, no es mala idea en lo absoluto», añadió el directivo en una entrevista con Nikkei Asia.
Yoshiaki Kawano, analista de la firma S&P Global Mobility también opinó y dijo que, los altos costos de producción y las fluctuantes tasas de cambio llevaría a que los vehículos estadounidenses se vendan en Japón en un rango de precios premium. Sin embargo, existen compradores japoneses interesados que actualmente realizan compras con importadores directos.
Jessica Paola Vera García.







