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Fallecido este 2 de julio a sus 94 años de edad, Lee Iacocca fue uno de los ejecutivos más importantes en la historia del automóvil en Estados Unidos. Además del ‘Pony Car’, también fue el creador del Dodge Viper y la Jeep Grand Cherokee.
El pasado martes 2 de julio, Lee Iacocca se despidió del plano terrenal en la ciudad de Los Ángeles, California, a la edad de 94 años, por complicaciones de salud ocasionadas por el Parkinson que padecía. Se le considera uno de los líderes más grandes de la industria del automóvil en la segunda mitad del siglo XX.
Nació el 15 de octubre de 1924 en Allentown, Pensilvania, en el seno de una familia de ascendencia italiana. Su padre, Nicola Iacocca, fue un emprendedor. Inició como zapatero y luego fue dueño de un restaurante de perros calientes y un teatro. Incluso, dirigió una de las primeras agencias de alquiler de vehículos en la región, donde Lee inició su pasión por los autos.
Por problemas de salud no pudo enlistarse en el Ejército de Estados Unidos para pelear en la Segunda Guerra Mundial, dedicándose a ser el mejor en sus estudios universitarios. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Leight, y obtuvo una beca para realizar una maestría en la Universidad de Princeton.
Ingreso al sector automotor
Lee Iacocca siempre quiso trabajar en Ford por la admiración que sentía hacia la marca. Inició allí sus prácticas en el área de ingeniería en 1946, descubriendo que lo suyo era el mercadeo. Comenzó como vendedor de autos y poco a poco, subiría peldaños gracias a su talento: en 1960 fue vicepresidente de autos y camiones Ford, en 1967 llegó a la vicepresidencia ejecutiva y, en 1970, logró la presidencia.
En 1956, el área de ventas bajo su mando revelaba un bajo nivel, por lo que creó un atractivo plan de financiamiento que logró levantarla, y darlo a conocer en la compañía.
Fue el plan “56 por 56”, que pagaba una cuota inicial del 20% desembolsando luego 56 dólares mensuales por tres años. Fue tan exitoso que Robert McNamara, alto ejecutivo de Ford, aplicó la estrategia a nivel nacional.
Ford Mustang: un hijo cincuentón y exitoso
Para 1962, Lee Iacocca quedó a cargo del proyecto Mustang que buscaba un carro económico, con diseño llamativo, y varias opciones de personalización y motorización. Con la arquitectura del Falcon como base, el inédito “pony car” salió a la luz en abril de 1964, con tal éxito que la competencia intentó imitarlo.
A la fecha, el Ford Mustang superó los 10 millones de ejemplares fabricados, replicando su éxito en 150 naciones con seis generaciones desde su inicio. Actualmente es el coupé deportivo más vendido del mundo, ganándose su lugar en la cultura popular.
Iniciando la década de 1970, buscó responder a la invasión de autos europeos y japoneses con el Ford Pinto. Dicho auto fue un fracaso comercial en razón a una seguridad deficiente, pues la mala ubicación del tanque de gasolina lo hacía vulnerable a incendios durante un choque.
Etapa en Chrysler
Luego de ser despedido de Ford, en 1979 se hizo cargo de Chrysler. En ese momento, la firma del pentastar estaba en números rojos y sus vehículos recibían críticas negativas por mala calidad en sus acabados. En 1980, la empresa debió solicitar préstamos federales por 1.500 millones de dólares que lograron pagarse en 1983… y con intereses.
Para salvar la empresa, Lee Iacocca decidió recortar el salario de los altos directivos (en su caso, determinó cobrar un dólar al mes), acordó congelar temporalmente los salarios de los trabajadores con los sindicatos, y vendió los activos de Chrysler en Europa, América del Sur, Asia, África y Oceanía.
Posteriormente, conoció gran éxito con los vehículos derivados de la Plataforma K y con las minivans Voyager/Caravan, un proyecto de Hal Sperlich rechazado por Ford en 1974. Además, concretó una alianza con Mitsubishi Motors, firma que le surtió de motores y modelos deportivos, pick-ups medianas y camperos.
Liderazgo y retiro
En su momento, Lee Iacocca aspiró a que las tres grandes de Detroit se fusionaran en una sola empresa, deseo truncado por las leyes antimonopolio de Estados Unidos. Fue un duro crítico de las prácticas comerciales de Japón a inicios de la década de 1980, que consideraba la causa de la destrucción de empleos estadounidenses en el sector automotor.
En aquel tiempo, puntualmente en 1982, se hizo famoso con la frase “si encuentra un auto mejor, cómprelo”, que acuñó en los anuncios comerciales de Chrysler. En 1987 logra un gran negocio al comprar American Motors, obteniendo además las acciones de Lamborghini y Maserati, que vendió en los años noventa.
Su retiro de la compañía ocurrió en 1992, dejando varios legados en marcha: el deportivo Dodge Viper, el sedán compacto Chrysler/Dodge/Plymouth Neón y la Jeep Grand Cherokee.
Últimos años
Aparte del sector automotor, Lee Iacocca estuvo a cargo de varias causas nobles. Presidió la Comisión del Centenario de la Estatua de la Libertad, creada para recaudar fondos para restaurar dicho monumento. Y a raíz del deceso de su esposa Mary McLeary, en 1983, decide donar los ingresos de su libro “Lee Iacocca, la biografía de un triunfador”, para investigaciones sobre diabetes.
En tiempos más recientes, estuvo en contra de la fusión Daimler-Chrysler ejecutada en 1998, luego de aliarse con Kirk Kerkorian para intentar hacerse con el control de la compañía, mediante una oferta pública hostil.
Finalmente, su última aparición en medios se dio en un comercial de Jeep y Chrysler grabado en 2005, y que protagonizó en compañía del rapero Snoop Dog.
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Textos e investigación: Fabián Rojas Castañeda.
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