El Ministerio de Comercio de China instó a los fabricantes de carros a replantear sus estrategias de exportación para proteger tecnologías clave de vehículos eléctricos.

El Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) ha emitido una recomendación a los fabricantes de vehículos eléctricos (EV) para que reconsideren cómo exportan tecnologías esenciales. Esto con el fin de proteger sus secretos industriales y reducir los riesgos regulatorios.

En lugar de trasladar toda la producción al extranjero, el gobierno chino sugiere enviar kits semidesmontados para ensamblaje local, evitando la pérdida de conocimiento tecnológico. Esta directiva surge en un contexto de fuertes aranceles impuestos a los carros eléctricos fabricados en China, que podrían llegar al 100%, según fuentes como Bloomberg.

Empresas como Chery y SAIC ya han adoptado este modelo. Chery, por ejemplo, ha comenzado a usar la antigua planta de Nissan en Barcelona para ensamblar vehículos eléctricos con kits enviados desde China. Entre tanto, SAIC opera de manera similar en Pakistán. Estas medidas buscan minimizar el impacto de las barreras comerciales y mantener la competitividad en el mercado global.

BYD planta México

Los desafíos para fabricantes chinos

La expansión internacional de las automotrices chinas, sin embargo, se enfrenta a obstáculos considerables. Países como Turquía, que busca atraer al fabricante BYD para construir una planta con capacidad para producir 150.000 carros anuales, podrían ver amenazados sus planes si China restringe la exportación de tecnología clave.

Aunque la estrategia de China podría proteger su liderazgo en el mercado de EV, también genera incertidumbre para las fábricas que dependen de inversiones extranjeras. Así las cosas, la preocupación principal radica en cómo los fabricantes podrán equilibrar las expectativas de expansión global con la directriz de mantener las tecnologías más sensibles dentro de China.

Y es que, incluso si optan por enviar kits desmontados para reducir costos y aranceles, deberán cumplir con estrictos requisitos de origen y composición de baterías. Además, existe el riesgo de que se impongan nuevos aranceles en un futuro próximo, lo que podría complicar aún más sus operaciones internacionales.

En Brasil, por ejemplo, BYD ya ha anunciado que comenzará a ensamblar localmente utilizando kits semidesmontados (SKD) antes de pasar a una producción completa en 2025. No obstante, los fabricantes están ante un dilema: seguir las indicaciones del gobierno chino o buscar crecer en mercados extranjeros enfrentando mayores barreras regulatorias.

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Paola Reyes Bohórquez. Con información de Bloomberg. 

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