Un grupo de estudiantes puso al limite su creatividad para darle vida a esta increíble casa rodante que es movida por energía solar.
Es increíble, pero todas las funciones con las que cuenta esta casa rodante se activan gracias a su techo solar. Estamos hablando de que la televisión, electrodomésticos, computadores y hasta la ducha se cargan por la luz del sol. Y cuando el vehículo está en reposo su techo se abre para actividades cotidianas.
Los protagonistas de esta creación, son un grupo de estudiantes de ingeniería de la Universidad de Eindhoven en Países Bajos. Quienes bautizaron la casa rodante de color azul y blanco con el nombre de Stella Vita, que en latín traduce «estrella» y «vida».
Stella Vita no tiene dirección ni frenado asistido, por lo que está diseñada para ser conducida en grandes autopistas a una velocidad de 120 km/h. Tjin Ter, uno de sus diseñadores se refirió a la casa rodante como «un automóvil normal con pedales y frenos normales”. Eso sí sustentable para el planeta.
Pero… ¿y si no hay sol?
Pues bien, es un detalle importante que también se tuvo en cuenta a la hora de planear el diseño. Para esto los ingenieros le dieron un sistema de carga eléctrica opcional, en caso de requerirse. Entonces no es problema para Stella Vita, que en un solo viaje recorre hasta 740 km (460) millas en un día soleado.
El pasado 19 de septiembre Stella Vita inició un recorrido de demostración por varios países de Europa. En donde estará haciendo paradas técnicas, que mostrarán a la casa rodante como un vehículo destinado a vacaciones de campo y ocio.
Por supuesto no pasará desapercibida ante las miradas. Pues su particular diseño en forma de lágrima fue pensado para minimizar la fricción del aire. Además de que para potenciar su autonomía, cuenta con paneles móviles que se desprenden desde el centro del techo, aumentando las células fotovoltaicas.
Por lo demás, en su interior Stella Vita cuenta con una cómoda cama doble, zona de estar con televisión y cocina. Justo lo necesario para vivir cómodamente, pero viajando por el mundo sin preocuparse de nada. Por lo que se espera que pronto tenga una producción masiva.
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Maria Alejandra Villamizar Sarmiento.
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