Quizás desconocido para muchos, existió entre 2002 y 2011, un SUV muy particular llamado Honda Element. El cual, podría volver a la vida para enfrentar a Toyota y Ford.
Después de revelarse esta semana, detalles sobre el nuevo proyecto “Toyota Land Hopper”, de un SUV todoterreno compacto, se comenzó a rumorear sobre los rivales que pueden salir a su paso. Uno de esos sería el Honda Element, que ya existió durante una generación que duró 10 años, pero que estaría dispuesto a regresar ‘recargado’ para dar una nueva pelea.
El “Land Hopper” nacerá como el ‘hermano menor’ de la nueva Toyota Prado, y si habíamos pensado que su principal rival por tamaño iba a hacer Suzuki Jimny, es probable que apunte hacia un segmento mayor donde está Ford Bronco Sport, por ejemplo. Allí mismo se situaría el eventual nuevo Honda Element, que según cálculos, nos sorprendería con un estreno en 2025 o 2026.
Element es un proyecto que podría beneficiarse de la colaboración entre Honda y General Motors, como lo vimos con el reciente Honda Prologue, teniendo en cuenta que así como lo fue en la década de los años 2000, se enfocaría una vez más, en el mercado estadounidense. Tan posible es que sea un vehículo 100% eléctrico, como que no lo sea pensando en el entorno en el que competiría.
Así podría verse un Honda Element de nueva generación
Honda Element no tiene igual dentro de la cartera de la marca japonesa. Este es un vehículo de nunca olvidar, pues contaba con un diseño exterior muy peculiar, de formas cuadradas y puertas laterales de dos partes, aunque sus bases para el modelo de única generación que se vendió entre 2002 y 2011, las tomó prestadas en aquel entonces del Honda CR-V II.
A partir de esta estética tan única, ya rondan en internet proyecciones digitales de cómo podría verse un nuevo Honda Element, ajustado a las tendencias actuales pero sin perder los rasgos que diferenciaron a este SUV del resto. El autor esta vez, fue el diseñador independiente Halo Oto, y siendo honestos desde el principio, es un proyecto que luce bastante bien.
Aún conservaría una carrocería de formas cuadradas, más estilizadas para darle un aspecto moderno, y superficies más lisas. En su frente se propone un estilo con cierto aire retro, incluyendo una parrila rectangular con faros principales LED de firma lumínica redonda. Además de, un capó plano y parachoques robusto, y el ‘toque especial’ se lo da un acabado de techo flotante.
Sobre los aspectos mecánicos, se podría apostar sí o sí por un sistema de propulsión híbrido, Toyota Prado 250 se estrenó este año con un tren motriz de este tipo, por lo que el Land Hopper debería heredarlo, siendo un punto de referencia para competir. Si el eventual Honda Element no tarda en llegar, aún habría esperanza en obtener un motor a combustión completa, sin convencernos del todo.
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Jessica Paola Vera García. Vía: Autoevolucion
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