Tras la decisión del Gobierno Nacional de decretar una cuarentena preventiva por 19 días queda la pregunta ¿cómo cuidar un carro que no se moverá durante ese tiempo? La atención a llantas, líquidos y batería será fundamental.
Como el cuerpo humano, las máquinas, y sobre todo los carros, necesitan movimiento para subsistir con normalidad. Sin embargo, el encierro y quietud al que nos ha forzado el coronavirus Covid-19, nos obliga, en mayor parte, a no usar nuestros vehículos al menos hasta el 13 de abril en Colombia.
Se trata de una situación que puede afectar al auto en muchos frentes: las baterías se degradan, los neumáticos pierden presión, los líquidos internos se enfrían e incluso se pueden poner tiesos y, dependiendo de donde lo parqueemos, el medio ambiente le puede jugar una mala pasada a la carrocería.
Por eso, desde El Carro Colombiano hacemos eco a los siguientes consejos para cuidar del auto mientras pasa la emergencia.
Aislamiento
Como dijimos, la lluvia, el aire y el sol pueden pasar factura principalmente sobre la carrocería, pero también sobre la cojinería e incluso los componentes mecánicos.
Si un parqueadero cubierto no se encuentra entre las posibilidades, lo recomendable es cubrir el auto con una funda impermeable y transpirable, de forma que no se acumule humedad entre esta y el auto.
Adicionalmente, antes de dejar el carro completamente quieto, vale la pena hacer una limpieza cuidadosa del interior. Retirar todas las basuras, alimentos, desechos y objetos innecesarios, para evitar descomposición, malos olores y posibles infecciones futuras.
Batería
Es el único componente del carro que sigue en funcionamiento después de que este está apagado. Dejarla quieta, conectada, durante más de dos semas es, entonces, un gasto de energía innecesario y potencialmente dañino para el auto.
Lo recomendable es, primero, revisar qué dice el manual de usuario al respecto y, si lo permite, desconectarla para que no se descargue. Se trata de un consejo que aplica principalmente para los vehículos más antiguos.
Para los más modernos el tratamiento, más que desconectarla, consiste en estar chequeando sus niveles con constancia y, si se puede, hacerle mantenimiento con un cargador con detección de voltaje y potencia.
Llantas
Son de las que más sufren con la quietud y, al ser elementos fundamentales para el agarre, movilidad y frenado, hay que prestarles especial atención. No solo pueden perder lo primero, sino también presión, aire e incluso deformarse.
Algunas de las recomendaciones a tener en cuenta para cuidarlas son, en una salida rápida, inflarlas ligeramente por encima de la presión recomendada y estar cambiando la posición en la que están aparcadas cada tanto, moviendo el auto hacia adelante y hacia atrás, para cambiar su punto de apoyo.
No está de más revisar la fecha de fabricación de cada llanta, recordando que si bien no se vencen, si es muy aconsejable cambiarlas cada cinco años, por seguridad. Este es el momento preciso para hacerlo si es necesario.
Líquidos
Nos referimos al refrigerante, líquido del parabrisas, aceite de dirección y líquido de frenos, que deben quedar al nivel recomendado por el fabricante antes de dejar frenado por completo el vehículo. Para el aceite, algunos expertos recomiendan hacer un cambio completo cuando se reanude el uso del auto.
Lo recomendable, por su puesto, es que se trate de líquidos de la mejor calidad posible, para que no generen desgaste en sus respectivos contenedores ni lleguen a vencerse, perder consistencia o mermar sus propiedades.
Hacerlo, además, nos permitirá identificar si al reasumir la marcha, existe alguna fuga. Para la gasolina, en cambio, lo recomendable es proteger el tanque dejando lo lleno solo hasta la mitad.
Al reanudar la marcha
Luego de pasar casi 20 días prácticamente inmóvil (puede moverlo un poco dentro del parqueadero e incluso usarlo para ir a hacer compras, siempre que sea con responsabilidad) lo primero es hacer una revisión completa del auto, comenzando por el exterior.
Si todo está bien, destape el motor y fíjese en los niveles de los líquidos, conecte la batería, revise las correas, mire que ningún componente esté cuarteado o deformado.
Con todo en orden, encienda el motor sin forzarlo, sea por llave o botón hágalo lentamente, esperando cinco segundos para que encienda o detenerse, las veces que sea necesaria. Una vez encienda, déjelo prendido sin acelerar unos diez minutos, para que todos los componentes se calienten y, pasado ese tiempo, inicie la marcha sin dejarse llevar. Avance progresivamente.
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