Los planes de electrificación de Mercedes-Benz se transforman y dan espacio para que los modelos de combustión sobrevivan.
Hay cambios en los planes de negocio de Mercedes-Benz, que solo hace un par de años se había planteado el objetivo de ser una marca 100% eléctrica para 2030 en sus principales mercados. Sin embargo, en el desarrollo de las estrategias se presentaron varios obstáculos que obligaron a la automotriz alemana a replantear sus proyectos.
Es un tema que desde el año pasado viene sonando al interior de Mercedes, y tiene que ver con revertir algunos de sus metas de electrificación y en cambio prologar por más tiempo la vida de sus modelos a combustión. Ayer, durante una conferencia corporativa desde Alemania, los directivos confirmaron los cambios y los nuevos objetivos a los que apuntan.
Lo más importante es el lanzamiento de 19 nuevos vehículos con motores tradicionales y 17 nuevos vehículos eléctricos. Parecen muchos EV y una decisión contradictoria al panorama expuesto por el fabricante, en el cual los débiles resultados de su cartera ‘cero emisiones’ en 2024, obligaron a reestructuración. Pero, no se preocupe, hay nuevos planes.
¿Qué va a hacer Mercedes-Benz con sus autos?
La solución que plantea Mercedes-Benz frente a las bajas ventas de sus electricos y por ende de las ganancias, es seguir ofreciendo vehículos a combustión y unificar su diseño con los eléctricos. Es decir, de un mismo modelo será posible encontrar versiones a gasolina y EV sin que haya una diferencia marcada en su estética exterior e interior.
Recordemos que los modelos de la línea «EQ», la familia de eléctricos de la marca, se distinguían por un concepto visual único caracterizado por líneas redondeadas y fluidas, que los más detallistas compararon con la forma de un huevo. Con las nuevas proyecciones esa imagen se irá desdibujando y adoptarán un diseño estandarizado.
Pero la estética no será lo único que compartan los modelos de combustión y eléctricos de Mercedes, pues estarán basados en una mismo plataforma flexible que permitirá la adaptación de cualquier tipo de motorización. En ese sentido, se revela otro de los objetivos de la automotriz alemana, orientado en ahorrar en costos de producción.
PUBLICIDAD
Apretándose el cinturón
Si los resultados de ventas de la marca no fueron los mejores en 2024, las proyecciones de este 2025 apuntan a ser peores. Por eso Mercedes-Benz tuvo que tomar algunas decisiones difíciles, como el cierre de su fábrica en Argentina, y aunque no cerrará plantas en su natal Alemania, algunas líneas de producto se trasladarán a Hungría donde producir es más barato.
Con la ‘unificación’ de sus vehículos, tanto modelos de combustión como eléctricos podría tener un precio similar en el mercado, siendo más atractivo para los clientes y que su decisión sea una cuestión de gustos, pues aunque está retrasando sus planes de electrificación, todavía apunta a convertirse en una marca sin emisiones en un futuro cercano.
PUBLICIDAD
Jessica Paola Vera García.