Son dos íconos de la marca del rombo que representan dos épocas y conceptos diferentes, pero tanto el Renault 4 como el Twingo hicieron historia en la vida de los colombianos.
Colombia es un país tradicionalista, que sufre de miedo a lo desconocido y una fuerte resistencia al cambio y la evolución. En muchos aspectos hemos podido percibir éste aspecto tan notorio de nuestra sociedad, y particularmente en la historia que aquí nos ocupa.
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Mientras que al momento de sus presentaciones en Europa los protagonistas de ésta historia simbolizaron la novedad y la evolución en materia de vehículos populares, en Colombia generaron en el público en una extraña mezcla de desconfianza y curiosidad.
Llegada del Renault 4
El 15 de julio de 1970 tuvo lugar el lanzamiento del Renault 4 precedido de mucha expectativa y publicidad, promocionado entonces como el carro popular de los colombianos. A pesar de tal condición no conoció su primer comprador sino un mes y medio después cuando, según dicta la historia conocida, el médico Darío Mesa lo adquirió en Medellín.
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Los Renault 4 con su extrema sencillez iban en clara contravía de los vehículos americanos que dominaban en aquel tiempo. El pequeño francés se exhibía con latas delgadas, cola levantada, carrocería de “pequeña camioneta” y un motor minúsculo que al lado de un V8 de Detroit parecía no prometer mucho.
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Fuertes argumentos encontraron los dirigentes de la ensambladora Sofasa-Renault para comercializar aquellos primeros Renault 4: economía en mantenimiento y consumo de combustible, sencillez mecánica, habilidades para recorrer cualquier camino, soluciones tendientes a la practicidad y la disposición de prestar el mayor servicio posible a sus propietarios sin pedir nada diferente a un cuidado regular.
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No se rendirían tan fácilmente pues como bien sabemos, los grandes proyectos sólo alcanzan su plenitud luego de mucho tiempo de trabajo y esfuerzo. Así pues, se idearon las estrategias necesarias para posicionar su vehículo popular en el país del Sagrado Corazón, y lo lograron.
Llegada del Renault Twingo
Ante la avalancha de vehículos importados que trajo la Apertura Económica del Gobierno de César Gaviria, los modelos de Renault en el país lucían un tanto desfasados. Contando en Europa con un producto revolucionario en todo sentido como el Twingo, en 1994 Sofasa puso en marcha el proyecto para ensamblarlo en Colombia.
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Fue así como en noviembre de 1995 y rodeado de un golpe mediático mucho más fuerte que el de su hermano el R4, se presentó el Renault Twingo en el marco del Salón del Automóvil de Bogotá.
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El concepto “Invéntate cómo vivirlo” encantó a gran parte del público que en un comienzo lo recibió positivamente aunque no escaparon de la crítica mordaz su gama de colores (rojo tango, azul violeta, verde gowi y azul ossy), su diseño tipo camioneta van, la expresión casi humana del diseño frontal, entre otros detalles que en ese momento chocaron con lo usualmente visto en un automóvil.
Entre 1997 y 1999, las ventas del modelo cayeron vertiginosamente quedando en el aire la sensación que el Twingo no había sido más que una especie de moda pasajera. Pero así como sucedió en el caso del Renault 4, Sofasa confió plenamente en su producto a sabiendas de que en algún momento el mercado nacional lo asimilaría como era merecido.
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En medio de los inconvenientes, el Twingo continuó su vida comercial. La apuesta nuevamente fue acertada y los colombianos dieron razón al producto.
Alma deportiva
Nuevamente llega la casualidad a la vida de nuestros amigos de cuatro ruedas. Para el caso del amigo fiel fue en octubre de 1970 y para el Twingo fue en marzo de 1996 cuando iniciaron su participación encompetencias deportivas, en las cuales se hizo presencia con el fin de mostrar al público éstos vehículos como unos todo terreno, resistentes, robustos y capaces de sortear cualquier tipo de dificultades.
El Renault 4 alcanzó gran notoriedad en las competencias que por entonces se realizaban en el país, como los Rallye Colombia y Rallye La Lechuza, siendo ahora reconocidas sus bondades y generando un aumento considerable en las ventas del vehículo, con crecimiento sostenido durante 9 años.
Adicional a las competencias multimarca, alrededor del Renault 4 se organizó la primera copa monomarca que existió en el país, la “Copa Renault 4” que se realizó entre 1977 y 1982 generando un impacto aún más positivo en la imagen del vehículo.
Igual sucedió con el Twingo, para el que Sofasa en asocio con el Club Los Tortugas organizó entre 1996 y 1998 la “Copa Twingo”, en un tiempo en el que el automovilismo deportivo en Colombia estaba mucho más desarrollado pero no por ello, iba a ser menos interesante.
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Fue la única competencia deportiva a nivel mundial que se realizó alrededor de éste modelo y sorprendió incluso a la propia casa matriz, pues inicialmente no habían pensado en el Twingo como un modelo con prestaciones deportivas.
Publicidad cercana a la gente
En el campo publicitario también se trabajó arduamente vinculando a los vehículos con la cotidianidadde sus potenciales compradores. El Renault 4 se hizo famoso como el Amigo Fiel por ser el compañero infatigable de sus dueños, y el Twingo dio al gran público la posibilidad de imaginarse de qué manera aprovecharían sus soluciones novedosas de diseño, bajo el eslogan Invéntate como vivirlo.
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En el caso del Renault 4 además se había enfatizado desde un inicio en el carácter de vehículo popular de los colombianos mientras que el Twingo se preciaba de ser producto de una genialidad de sus realizadores y diseñadores.
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Cumplida la tarea de mostrar el producto a los colombianos, la imagen de nuestros protagonistas ya era la de vehículos robustos y fuertes, que a pesar de su tamaño podían cumplir con todo lo que se les pidiera. Pero como lo que ya es bueno siempre se puede mejorar aún más, Sofasa decidió aplicar retoques estéticos y mecánicos para cada uno de ellos.
Evolución de ambos modelos
El Renault 4 conoció su primer retoque oficial en 1975 cuando cambió la persiana frontal. Ya en 1976 el modelo evolucionó en forma importante al llegar la versión “Plus 25” con motor de 1.022 c. c., desarrollado este en Colombia. En adelante hubo más actualizaciones que pusieron el modelo a tono con los tiempos que corrían.
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Por su parte, el Twingo sufrió una actualización a nivel mecánico en 1998, cuando el motor original de 1.239 c.c. fue reemplazado por uno de 1.149 c. c. y 8 válvulas, de última generación. A nivel estético llegó una importante evolución en 1999 con nuevo diseño de bómper, luces exploradoras de serie, tablero rediseñado y nuevos colores de carrocería y tapizados.
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Así, las ventas aumentaron llegando a sus topes más altos en 1980 para el Renault 4, y en 2005 para el Twingo. De hecho, el pequeño Twingo fue en 2005 y 2006 el vehículo más vendido en Colombia, logró que alcanzó también el R4 durante buena parte de la década del 70.
Todo tiene su final
Al final de su vida comercial, tanto el Renault 4 como el Twingo portaban con orgullo su veteraníagenerando aún importantes ganancias a Sofasa-Renault. El fin de ambos modelos tomó por sorpresa al público en general, que ya los habían asumido como parte de sus vidas. Como dice una canción, todo tiene su final y más aún en lo relativo a un producto comercial. Luego de un exitoso ciclo cumplido era necesario el retiro.
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Poco antes de su despedida, el R4 y el Twingo presentaron versiones especiales para mantener su vigencia. El Renault 4 ofreció desde junio de 1990 la versión “Líder” con motor de 1.300 c.c., siendo el único R4 en el mundo que portó dicho motor de fábrica. El Twingo por su parte presentó la edición limitada Tatoo en mayo de 2012, tan sólo un mes antes de que se ensamblara el último ejemplar.
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La razón esencial del fin comercial fue la misma en ambos modelos: el material CKD con que eran producidos agotó sus existencias a nivel mundial. Es decir, ya no habría materia prima para ensamblarlos.
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Coincidieron hasta las cifras de vehículos ensamblados en total, pues durante 22 años Sofasa produjo 97.050 Renault 4, en tanto que durante 16 años hizo lo propio con 99.833 unidades del Twingo.
Compañeros y Amigos
Mientras nuestros protagonistas alcanzaban éxito comercial, los colombianos los adoptaron de tal manera en su cotidianidad que se convirtieron en cómplices, compañeros y amigos de las generaciones que los conocieron en sus años de “nuevos”.
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Fue así como ambos vehículos mostraron su carácter al cumplir labores como venta de alimentos y artículos de toda clase, casas rodantes, ambulancias, transporte escolar, transporte de carga, entre muchos otros usos y abusos que han asumido sólo por cumplir las necesidades de sus propietarios, comportándose siempre como amigos fieles, en las buenas y en las malas.
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Después de conocer éstas historias podemos entender entonces que aun siendo diferentes, al Renault 4 y al Twingo los unía desde su concepción inicial algo muy importante: la genética que proporciona el aire de familia, el ADN de Renault que se hizo inconfundible y que ubicó a ambos modelos en un sitio de honor de la historia automotriz colombiana.
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Textos e Investigación: Óscar Julián Restrepo Mantilla – Director Revista Virtual El Carro Colombiano.
Fotografías: Archivo ECC. Texto revisado en mayo 28 de 2016.