Ante la abrumadora cantidad de avances técnicos e inclusión de tecnologías electrónicas en los vehículos, a veces pareciera que los fabricantes hubieran olvidado que el automóvil en esencia, para considerar cumplida su misión, debe ser económico al comprar, fácil para mantener, útil para su propietario y acomodar a la mayor cantidad de gente en el menor espacio posible, todo esto de un modo suficientemente cómodo.
Lograr ese equilibrio –hacer un automóvil racional- en ésta época de millares de gadgets electrónicos y diseños arriesgados no es sencillo. Aún el mercado tiene espacio para un vehículo cuya misión sea precisamente la más básica que puede asociarse a cualquier medio de transporte: Ir del punto A al punto B.
Es aquí donde entra el protagonista de nuestro test de hoy, el Suzuki Alto 800.
Diseño Exterior
Se trata de un auto urbano que no pasa inadvertido porque en cualquiera de sus versiones, su curiosa apariencia suscita siempre interrogantes para quien lo ve. Su diseño es el resultado de aplicar un fuerte lavado de cara a una generación de modelos con varios años en el mercado, es por ello que hay cierta discordancia entre su silueta y sus elementos constitutivos.
Uno de los puntos donde más se evidencia esa ruptura es en los arcos de rueda, que comparados con el resto del diseño se pueden considerar como muy chicos. Hacen presencia unas llantas de 13 pulgadas, que si bien van en concordancia con lo que es esperado del segmento y orientación citadina del modelo, dejan en evidencia que hay margen de mejora en el diseño.
A pesar del trabajo estético realizado, el Alto conserva uno de sus rasgos más característicos en materia de diseño y que ya ha formado una tendencia en cualquiera de sus iteraciones: Un frontal redondeado que da paso a una sección trasera de disposición más bien cuadrada. De ese modo se ha pretendido optimizar el uso en un empaque de menos de 3.5 metros de largo.
Es de resaltar el impecable trabajo que desempeñan las luminarias en este automóvil. Su presencia en las cuatro esquinas es bastante evidente y su funcionamiento no tiene tacha. La sencillez de su diseño es una virtud muy apreciada en este apartado. Digna de mención es la disposición de los elementos de diseño en la parte trasera, muy armónica.
Por lo demás, consideramos que hay que valorarlo desde una perspectiva más funcional que estética: No es un objeto de diseño ni pretende serlo, y su exterior es muestra de ello. Lo que sí pretende ser es un vehículo funcional a bajo coste de compra y operación, y en ese caso es un vehículo de bajo precio que cumple muy bien su función.
Habitabilidad y diseño interior
La habitabilidad e iluminación son, tomando en cuenta su tamaño, muy buenas, y acomodar a cinco personas si son dos adultos y tres niños no es una tarea difícil. Normalmente cuatro adultos viajarán sin inconvenientes, siempre que no rocen el metro con ochenta cm de altura, y los 180 litros de capacidad que ofrece el baúl pueden sonar a poco, pero pueden alojar una cantidad razonable de equipaje, siempre que se considere este auto como lo que es: un urbano.
Dispone también de espacios porta-objetos en la parte delantera que, como es de suponer, van desprovistos de tapa y moqueta. Si bien son tremendamente útiles para llevar monedas, envases de bebidas, teléfonos móviles o carteras, se tiene que ser consciente que en curvas y terrenos accidentados los objetos que en ellos haya contribuirán a formar una molesta orquesta. Esto, junto el ajuste de las piezas, es algo que sí es susceptible de mejoras.
Puesto de manejo, instrumental y equipamiento.
El tablero de instrumentos de líneas curvas y formas redondeadas, cumple sin mayores pretensiones su función básica de ser una interfaz de operación para el conductor. La presencia de plástico duro en el tablero de instrumentos es predominante, así mismo los colores grises. En concordancia con esa orientación, el instrumental sólo consta de un velocímetro de aguja que marca hasta los 180 kilómetros por hora, y un ‘display’ digital en el que se combinan las funciones de odómetro total y medidor de combustible, el resto del trabajo se le deja a testigos luminosos.
Evidenciamos la falta de un medidor de temperatura de agua, una tendencia que ya es común en cualquier automóvil nuevo sin distinción de segmento y fabricante, y que desde esta redacción consideramos algo riesgosa, pues cuando un testigo luminoso se enciende para anunciar alguna anomalía en el sistema de refrigeración, normalmente es muy tarde.
Los comandos, que no son muchos, son fácilmente accesibles. Por su ideal colocación y el reducido tamaño de la carrocería, todos están al alcance de la mano. Un detalle que nos incomodó en la prueba de manejo fue la presencia de un espejo retrovisor con aumento. Para compensar, tiene muy buena visibilidad conferida por la amplitud de sus ventanas, unos pilares de carrocería poco voluminosos y formas simples.
La versión probada no posee sistema de bloqueo central con telecomando, en vez de eso acude a una apertura con llave y chapa convencional. Al abrirlo mediante la chapa se levantan todos los seguros de las puertas. Es curioso que tenga un radio USB/MP3 con vínculo Bluetooth pero no tenga elevalunas eléctricos o el bloqueo central anteriormente mencionado. En cambio, si ofrece aire acondicionado de fábrica en las versiones GA C/A y GLX.
Mecánica y dinámica
El motor F8D de tres cilindros, 796 centímetros cúbicos y 12 válvulas mueve al Alto de forma sobresaliente en un entorno urbano, gracias a una buena dosis de torque en el rango medio-bajo de la curva de potencia.
De este modo, aunque cuenta con una transmisión que busca consumos contenidos, es decir, con relaciones de caja algo largas, aunque bien escalonadas, puede salir con agilidad de cualquier situación, todo mientras hace gala de consumos fenomenales que rondaron los 80 kilómetros por galón en ciclo mixto. Nos gustó cómo se comporta en este aspecto mecánico, y lo consideramos el más sobresaliente y destacado de todo el conjunto.
La dirección es asistida eléctricamente y es suave como la seda. Su funcionamiento nos dejó gratamente impresionados.
La suspensión ofrece una experiencia de manejo más bien suave y contenida, sólo llegando a generar cierta incomodidad en la parte trasera por la presencia de un eje rígido. La estabilidad en cualquier circunstancia es muy buena, a pesar de calzar ruedas de 13 pulgadas con rodado 145/70 R13 (es decir, delgadas) y tener una altura respecto del piso bastante respetable. Eso habla de una buena puesta a punto, muy necesaria en entornos como el nuestro. Elogiable.
El conjunto frenador es sin duda pensado para un ambiente citadino. No acusó fatiga alguna mientras se le exigió en el entorno urbano y las reacciones fueron correctas, sin embargo, al circular a altas velocidades en ruta quedó en evidencia que la distancia de frenado aumenta de un modo algo riesgoso. No está pensado para ser un corredor.
Conclusiones
El Suzuki Alto 800 le da pocas concesiones al diseño, y a equipamiento que hace algunos años dejó de ser denominado ‘suntuario’. Aún así teniendo como baza un precio tremendamente accesible -desde $18.990.000 a julio de 2014, en su versión básica- se ha labrado una reputación de superventas en mercados emergentes como el de la India y Pakistán.
Es una opción muy válida para moverse día a día en nuestras ciudades, donde se desenvuelve como pez en el agua. En carretera abierta viaja bien, pero hay que ser precavido, un consejo que podría aplicarse a cualquier auto.
Por precios como esos, hay que perdonarle algunas cosas. Por lo demás, y tomando en cuenta su comportamiento, es mucho auto por ese dinero.
Datos Generales del Vehículo Probado
Marca: SUZUKI
Línea: ALTO 800
Versión: GLX
País de Origen: INDIA (MARUTI SUZUKI)
Precio: $ 22.900.000 (Julio de 2014)
Medidas
Longitud (m): 3,39 m
Ancho (m): 1,49 m
Alto (m): 1,47 m
Distancia entre ejes (m): 2,36 m
Peso vacío (kg): 745
Capacidad Baúl (litros): 180
Capacidad Tanque (gal.): 9,2
Puestos: 5
Aspectos Mecánicos
Motor: Suzuki Tipo F8D
Ubicación: Delantera transversal
Combustible: Gasolina
No. Cilindros: 3
Cilindraje (c.c.): 796
Alimentación: Inyección Electrónica Multipunto
Potencia (Caballos/RPM): 47 @ 6.000
Relación de Compresión: 10:1
Torque (Nm/RPM): 68 @ 3.500
Transmisión – Caja: Manual, 5 velocidades + Reversa
Consumo estimado: 60 km/galón (ciclo urbano) – 83 km/galón (carretera) – 72 km/galón (ciclo mixto)
Tracción: Delantera
Frenos Delanteros: Disco
Frenos Traseros: Tambor
Llantas Ancho/Perfil/Diámetro: 145/70 R13
Dirección: Asistida electrónica
Galería Fotográfica
Prueba y fotografías: Nicolás Ramírez Ordóñez. Textos: Juan Sebastián Camacho Guevara. Producción de El Carro Colombiano. Prohibida la copia o reproducción total o parcial de los contenidos aquí presentados sin previa autorización.
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