El exitoso SUV Peugeot 3008 presentaría una actualización antes de finalizar este año, y se anticipa la llegada de una próxima generación. Nuevo equipamiento tecnológico y nuevas versiones de motorización serán algunas novedades.
Todo parece indicar que se está preparando un facelift del Peugeot 3008 y estaría listo para su lanzamiento en los últimos meses de 2020. Según la información que circula en Francia, la marca del león también tiene entre sus planes una nueva generación del SUV, que llegaría en 2023.
El 3008 logró importantes reconocimientos como el vehículo más producido en el país galo durante el 2018 y el «Car of the Year» en 2017, llevándolo a ser uno de los modelos estrella de su fabricante. Como parte de uno de los segmentos más ‘movidos’ del mercado, siempre busca mantenerse en el top.
Las actualizaciones que vendrían en camino para el SUV, comenzarían con unos ajustes, que más allá de su diseño, estarían enfocados en una nueva dotación tecnológica a la vanguardia. Más adelante, el modelo de cambio de generación será el que represente una renovación completa.
Etapa de rediseño
Tratando se un proyecto a mediano plazo, una primera etapa correspondería al facelift que se presentará este año. El cual mantendrá su estética ya conocida, pero dará importantes avances en materia de equipos de conectividad.
El modelo 2021 del Peugeot 3008, estrenaría un cuadro de instrumentos digital i-cockpit 3D, junto a una pantalla de 10 pulgadas y una nueva interfaz para la gestión del sistema de infoentretenimiento. Funciones como control de crucero adaptativo (Stop & Go), visión nocturna, entre otros asistentes, se adicionan.
Por su parte, el sistema de propulsión ofrecerá una gama de motores a gasolina y diésel, y opciones de motorización híbrida enchufable. Todos los componentes ajustados al nivel de equipamiento y acabado que elija el comprador.
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Nueva generación
Siguiendo la hoja de ruta en los cambios para la 3008, las afirmaciones apuntan a la llegada de una nueva generación, que solo se estrenaría hasta dentro de tres años, siendo está la segunda etapa de actualización. En este caso los ajustes serían radicales en cuanto a diseño y equipo.
Los rasgos del SUV se volverían más agresivos e incluiría el logo que la marca utilizó en los años 60 y que quiere retomar en algunos vehículos. El interior, se dice, sería más espacioso y ofrecerá mayor ergonomía, mientras que las funciones digitales se ajustarán a los avances de la tecnología.
Una nueva versión del sistema i-Cockpit se complementará con sistemas de control de voz y gestos para una conducción con menos botones físicos. Por su parte, el nivel de conducción autónoma llegará a tres y la mecánica contaría con opciones híbridas suaves, híbirdas enchufables y 100% eléctricas.
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Jessica Paola Vera García.
