Los modelos Dodge en todas sus gamas no incluirán las poderosas versiones con motor Hellcat, después de 2023.
Por cuestiones de regulaciones y nuevos planes al interior del fabricante estadounidense que apuntan a la electrificación, Tim Kuniskis CEO de Dodge informó que los motores Hellcat solo se venderán por dos años más. Una vez terminé 2023, serán historia.
Los prestigiosos bloques V8 sobrealimentados Hellcat saldrán de la línea de ensamble pronto y con ello surgen las dudas sobre las nuevas configuraciones de los vehículos Dodge, tanto para la línea de modelos deportivos como para el SUV Durango.
Rumores en Estados Unidos e interpretación de las declaraciones de ejecutivos de la marca, apuntan a que Dodge Charger, Challenger y el propio Durango tampoco tienen su futuro asegurado, o por lo menos con el concepto y forma que los conocemos hoy.
La transformación radical de Dodge
Con miras a la movilidad sostenible, Dodge avanza en el planteamiento y ejecución de sus estrategias de electrificación plasmadas en un plan corporativo llamado «Never Lift». Con las innovaciones propuestas parece que ni la marca ni sus vehículos serán los mismos.
Eliminar los poderosos motores a combustión Hellcat llevará a la marca a incorporar nuevos sistema de propulsión que comenzarían con un, aún misterioso, modelo híbrido enchufable que se lanzaría por las mismas fechas de las que habló Kuniskis (finales de 2023).
Después en 2024 se daría la gran revelación de un ‘muscle car’ completamente eléctrico que el fabricante anunció en julio pasado con un teaser. Se supone que Charger y Challenger dejarían su lugar para autos nuevos con plataformas nuevas.
Lo que aún no se puede negar o confirmar es la continuidad de estas denominaciones emblemáticas que han traído reconocimiento y reputación a Dodge. También debemos esperar a ver que tipo de versiones especiales reemplazarán a las «Hellcat».
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Jessica Paola Vera García.
