En febrero de 2025, Colombia enfrentará un nuevo aumento en los impuestos a combustibles, incluyendo gasolina y diésel. Estas serían las nuevas tarifas.
A partir del 1 de febrero de 2025, los precios de la gasolina y el diésel en Colombia tendrán un incremento debido a los ajustes en el impuesto nacional sobre combustibles. Esta medida, contemplada en un proyecto de resolución emitido por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), busca cerrar la brecha fiscal y promover prácticas más sostenibles.
Actualmente, el precio promedio del galón de gasolina corriente es de $15.577, mientras que el del ACPM (diésel) está en $10.248. Con los nuevos ajustes fiscales, los costos podrían elevarse aún más. En tal sentido, el proyecto establece un aumento significativo en los gravámenes para diferentes combustibles:
- Gasolina corriente: $762,39 por galón.
- Gasolina extra: $1.446,98 por galón.
- ACPM: $729,71 por galón.
- Carbón: $69.787,61 por tonelada.
- Fuel oil: $318,10 por galón.
- Gas licuado de petróleo: $179,10 por galón.
- Gas natural: $42,16 por metro cúbico.
Tarifas especiales y diferenciadas para algunos sectores
Las anteriores cifras contrastan con las tarifas de 2024, donde el impuesto a la gasolina corriente fue de $724,70 por galón, el de gasolina extra $1.375,46, y el del diésel $693,65. Hay que decir que el proyecto también contempla precios diferenciados para combustibles utilizados en sectores específicos:
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Mezclas de ACPM y biocombustibles:
- 2% de biocombustible: $715,12 por galón.
- 10% de biocombustible: $656,74 por galón.
- Uso en pesca, cabotaje y operaciones navales: $930,04 por galón de ACPM.
Así mismo, las tarifas en el archipiélago de San Andrés serán significativamente más altas que en el resto del país debido a factores logísticos: Gasolina corriente: $1.501,81 por galón; gasolina extra: $1.589,06 por galón y ACPM: $995,02 por galón.
Ajuste fiscal
Es de anotar que este ajuste fiscal responde a la necesidad de actualizar las bases gravables conforme a las leyes actuales, reflejar los costos ambientales asociados al uso de combustibles fósiles y garantizar la sostenibilidad fiscal. Según la DIAN, las modificaciones buscan incentivar un uso más responsable de los recursos energéticos y reducir las emisiones contaminantes.
El cierre del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC) es una de las principales razones detrás de estos aumentos. Aunque este déficit ha representado un desafío fiscal para el gobierno de Gustavo Petro, los nuevos impuestos también tienen un enfoque ambiental.
El ajuste de las tarifas es una medida que apunta tanto a la sostenibilidad fiscal como ambiental, pero podría tener consecuencias económicas significativas para los hogares y sectores productivos del país. Mientras que el aumento promueve el uso responsable de los combustibles, el impacto en regiones como San Andrés y los costos para sectores estratégicos podrían intensificar las desigualdades regionales.
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Paola Reyes Bohórquez. Con información de medios internacionales.