Para que en medio del estrés de los trancones y los sucesos propios del camino, usted no pierda el control y contribuya a hacer las cosas más fáciles para todos.
En las calles y carreteras colombianas se vive un estado de estrés constante. El tiempo es cada vez más corto, el afán nos consume y la infraestructura es cada vez más escasa ante un parque automotor que crece todo el tiempo.
Por eso, suele suceder que es precisamente en el automóvil donde muchas personas, indiferente de su nivel educativo o social, pierden el control o según el dicho coloquial, “se salen de los chiros“. En medio del afán reinante entre trancones, conductores imprudentes, delincuentes callejeros, ventas ambulantes, accidentes y otros elementos, la gente tiende a ser un poco más agresiva complicando aún más el ambiente.
En la medida que seamos capaces de controlar nuestro carácter al volante, nuestra vida y la de los demás será mucho más tranquila y civilizada, pues una conducción prudente, responsable y sensata puede evitar que se produzcan todo tipo de discusiones, trifulcas y demás incidentes.
Sin duda alguna, los consejos que daremos a continuación serán de mucha utilidad para mantenernos tranquilos en la vía, muy a pesar de lo que suceda afuera.
1. Respetar
El primer paso, por supuesto, es respetar todas las señales de tránsito como son los semáforos en rojo, límites de velocidad, sitios donde no se puede estacionar, pasos peatonales, etc. Así mismo, respeto es tener siempre claro que nuestra libertad va hasta donde comienza la libertad del otro, así que estacionar el vehículo en un mal sitio puede ocasionar que se reduzca o se obstruya la circulación de los demás vehículos.
2. Paciencia y Educación
Si el semáforo cambió a verde y quien va adelante de su carro no arranca, un motociclista imprudente invade el carril, o como decíamos, alguien mal parqueado obstruye el paso, lo correcto es tener paciencia y si es el caso, tratar de avisar de manera que no sea una molestia para el resto de la gente. Los demás no tienen la culpa de que estemos estresados, afanados, impacientes o de mal genio.
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3. El Pito
Aún hay quienes piensan que haciendo sonar con insistencia el pito (bocina, claxon) de su carro, el trancón desaparecerá mágicamente, no sin antes aturdir a los peatones y a los demás conductores, contribuyendo además a aumentar la contaminación auditiva. Pues bien, les contamos que el sonido repetitivo del pito no va a solucionar nada. Si lo que se busca es dar un aviso, que por algún motivo se nos impide el paso, se puede tocar el pito una o dos veces, pero moderadamente.
4. Los insultos
Para nadie es un secreto que la reacción primaria ante alguien que comete una acción incorrecta en la vía, es insultarlo, ya sea verbalmente o con gestos obscenos. Ya sea esa persona que cambió de carril intempestivamente, o ese peatón que con imprudencia se lanzó al asfalto. No sólo es un acto de mala educación y de provocación para cazar una pelea innecesaria, sino que además, debemos recordar que estamos en Colombia y uno nunca sabe con qué clase de “valientes” se va a encontrar.
5. El celular
De pronto mientras usted conduce alguien llama a su celular o le envía mensajes a través de alguna aplicación de mensajería instantánea. Pues bien, todo eso tendrá que esperar pues en ese momento es preciso tener los cinco sentidos totalmente puestos en la conducción del vehículo, o de lo contrario se podría ocasionar algún accidente. Si se requiere contestar las llamadas telefónicas, lo recomendable eshacer uso del dispositivo manos libres del teléfono móvil.
6. Pedir Disculpas
Todos podemos cometer algún error, y si somos nosotros quienes caemos en alguna acción incorrecta, es importante saber pedir disculpas y reconocer la equivocación. Tengan la certeza de que el otro conductor o peatón sabrá agradecer este detalle.
7. Pedir el paso adecuadamente
Aunque muchos no lo tengan en cuenta o a veces lo olviden, cuando deseamos cambiar de carril debemos emplear las luces direccionales para pedir permiso a quien circula del lado contrario. De igual manera, hay quienes a la antigua usanza, sacan la mano por la ventana para pedir paso. Así mismo, no sobra mencionar que lo ideal es que cuando estemos conduciendo y alguien solicite permiso para incorporarse al carril, le cedamos el espacio para circular.
8. Generosidad y Colaboración
Mucho tiene que ver con lo mencionado en el punto anterior. La generosidad debe existir tanto dentro como fuera de un automóvil. No cuesta nada ceder el paso a un peatón, dejar pasar los carros que se incorporan a un carril, dejar pasar un carro que sale de un garaje o parqueadero, entre muchos otros casos similares. Hay que ser amables y tener un punto de cortesía que, al volante como en muchos otros momentos de la vida, se ha perdido en gran medida.
9. Si va a manejar, no tome
Y si va a tomar, no maneje. A pesar de la gran cantidad de campañas de prevención que las autoridades de tránsito han realizado frente a este tema, aún hay personas que no aprenden la lección ocasionando accidentes que en muchos casos, pueden tener incluso consecuencias letales. Si quiere disfrutar de la fiesta y tomarse sus traguitos, entregue las llaves.
10. Pasajeros
Si bien el conductor es el responsable del vehículo y de lo que ocurra en él en todo momento, debemos hacer que los pasajeros que vayan con nosotros también respeten y acaten todas estas recomendaciones de comportamiento en la vía.
Óscar Julián Restrepo Mantilla – Director El Carro Colombiano.
Fuente: Protocolo.org. Imágenes tomadas de diversas fuentes en Internet.