La empresa Medellín Castilla S.A. alquilará 12 buses a gas para Metrolínea Bucaramanga, que reinicia operaciones parciales desde octubre.
En Bucaramanga, la reactivación del servicio del Sistema Integrado de Transporte Masivo, Metrolínea, empezó a concretarse con noticias alentadoras. Luego de meses de crisis operacional, retrasos institucionales y cambio en la administración local, se firmó un contrato clave con la empresa antioqueña Medellín Castilla S.A. para el alquiler de 12 buses a gas.
Estos vehículos permitirán retomar operaciones a partir de octubre de 2025. El acuerdo se había venido gestando desde que el exalcalde Jaime Andrés Beltrán Martínez anticipaba la llegada de una nueva flota, pero su salida apresurada del cargo debido a un fallo de segunda instancia por parte del Consejo de Estado dejó pendiente ese anuncio.
La medida responde a la emergencia de contar con unidades funcionales lo más pronto posible, dado que el contrato anterior con el operador Metrocinco Plus S.A. expiró el 27 de abril de 2025, dejando al sistema sin buses tipo padrón y generando interrupciones del servicio.
Buses alquilados
Medellín Castilla es una empresa con más de 70 años de experiencia en transporte público en el Valle de Aburrá. Esta dispone de la flota dual que Metrolínea requería: vehículos padrones con capacidad para aproximadamente 80 pasajeros por unidad.
El cronograma inicial del acuerdo establece que los primeros seis buses llegarán “la otra semana” tras la firma, para comenzar trámites logísticos y poner a punto la operación. Entre tanto, los 12 en su totalidad estarán al servicio en la fase inicial prevista para octubre.
El trayecto que se atenderá inicialmente contempla un corredor estratégico: desde el norte de la ciudad hasta la estación del Puente de Provenza. Se espera que los nuevos buses padrones incluyan características modernas como puerta izquierda alta para estaciones troncales, puerta derecha baja para paraderos convencionales, rampa para personas con movilidad reducida, cumplimiento de normas ambientales, WiFi gratuito y sistemas de videovigilancia internos y externos.
También se anunció un cambio visual. En tal sentido, los nuevos buses tendrán un diseño distinto al color verde tradicional de Metrolínea. Serán de tono blanco con detalles en verde oscuro, marcando visualmente una nueva etapa de transición. Se ha señalado que el color es lo menos relevante comparado con la funcionalidad mecánica y operativa de los vehículos, pero la estética servirá para diferenciar esta fase de recuperación del sistema.
Polémica por el contrato
El monto del convenio, la modalidad de contratación y algunos detalles han generado debate público. Hay preocupación por el hecho de que el contrato sea por arrendamiento y sin licitación pública, lo que ha sido cuestionado por sectores que exigen transparencia y pluralidad en los procesos.
John Manuel Delgado, director del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, ha defendido la contratación señalando que “Metrolínea tiene naturaleza jurídica como Empresa Industrial y Comercial del Estado... no le aplica la Ley 80”, lo que permite ciertos procedimientos distintos, siempre bajo criterios técnicos, de urgencia y oportunidad.
El propósito central de esta estrategia de recuperación incluye movilizar entre 100.000 y 130.000 pasajeros al mes con el inicio de esta nueva etapa, con recursos estimados en COP $8.300 millones para esta fase inicial del arrendamiento de las 12 unidades padrones. Por ahora, las autoridades buscan un avance que alivie la problemática de movilidad en la ciudad, mientras se avanza en una estrategia de fondo para mejorar el sistema.
Paola Reyes Bohórquez.